• 26 de Abril

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La semana pasada todos los concejales de Puerto Varas solicitaron mediante un comunicado conjunto que el alcalde tome más medidas, entre ellas, establecer cordones sanitarios en distintos puntos de la comuna. La medida ya se ha tomado en otros lugares de la cuenca de lago, como Llanquihue o Frutillar. Hay fuerte debate en relación a las atribuciones del cargo de alcalde para decretar esta medida. En las redes sociales cientos de comentarios multiplican la incertidumbre.

Desde que 5 de los 6 concejales demandaron al alcalde por notable abandono de deberes, proceso que está en curso desde el año pasado, los ánimos están tensos. No se llevan bien. No logran hacer equipo. Cada iniciativa que se presenta es interpretada como una trampa con interés político. Un anhelo de figuración mediática. Una laguna de ignorancia. Mientras, el tiempo pasa y la energía se diluye en una administración que gestiona muchas cosas, pero también se pierde de muchas otras, producto de su pobre capacidad de colaborar con los diferentes actores de la comuna, como son los concejales.

La sensación de que falta por hacer y de que queda poco tiempo para reaccionar, crece como las filas largas que se multiplican haciendo trámites por el centro. Cumplimos, pero como a medias, sin tanto, sin ser un ejemplo, sin ser referentes, sin ser líderes. Cumplimos porque hay que cumplir y eso estamos haciendo según obliga la ley. Fin.

Es tiempo de cambiar la estrategia, apurar el paso, convocar. Nuevo escenario, nuevas decisiones. Es tiempo de crear una mesa de trabajo. Esta mesa debería ser convocada por el alcalde, pero conducida por otra persona que represente a la administración. Esta mesa debería lograr ponerse de acuerdo con los diferentes actores de la comuna, incluyendo a todos los concejales, y así conseguir puentes de trabajo con cada uno de los sectores: Juntas de Vecinos, empresarios, gobierno regional y central, organizaciones culturales, directores de todos los colegios de la comuna, el Cosoc, agrupaciones de turismo, bomberos, carabineros y más. Conseguir fondos, aportar logística, compartir material educativo, disponer de infraestructura, mejorar conectividad digital, disponer de personal para contribuir a repartir remedios y comida a las casas, entre las muchas cosas que hay que hacer. Mejorar la seguridad durante las noches de toques de queda. Mejorar proceso de limpieza de lugares públicos. Es decir, atender las necesidades prioritarias que obliga esta emergencia en lo que dice relación con la salud de las personas, tanto física como mental, la educación en todos los niveles y a su vez, la seguridad de todos.

Esfuerzos se han hecho en esta dirección, sí, pero queda mucho camino por recorrer, esta historia está recién empezando.

Vivimos un tiempo histórico, no podemos perdernos en las mismas discusiones de siempre. Vivimos una situación extraordinaria y es necesario tomar medidas extraordinarias. Mucha más fuerza hay en reconocer debilidades que en presumir fortalezas. Es prioritario tener una mesa central con una estrategia central que coordine el trabajo. Todos deben estar llamados a colaborar con esta mesa. En la distancia, unidad. En la dificultad, acuerdos. En los problemas, trabajo. El invierno viene.

En este momento, la mayor muestra de poder que puede dar el alcalde es permitir que su equipo lidere una mesa conjunta de trabajo que logre coordinar un esfuerzo inédito en la historia de la comuna para de tal modo, evitar las catastróficas consecuencias de dormirse en los laureles.

Por Pablo Hübner