• 10 de Diciembre

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El Mejor Factor de Protección para Nuestros Hijos(As): la buena comunicación con ellos(as)

Gonzalo De los Reyes Serrano Magister en Educación; Coach en Parentalidad Positiva; Director de la división Patagonia en la Fundación Innovación Educativa Chile Creador...

Gonzalo De los Reyes Serrano

Magister en Educación; Coach en Parentalidad Positiva;

Director de la división Patagonia en la Fundación Innovación Educativa Chile

Creador de los Programas DHP (Desarrollo de habilidades parentales) y PARE (Aumento del rendimiento escolar), este último patrocinado por UNICEF y el Ministerio de Educación.


Uno de los mayores desvelos que tenemos los padres hoy, es pensar en cómo hacer para proteger a nuestros hijos(as) de las numerosas amenazas que los rodean a diario, sobre todo cuando ingresan a la adolescencia. En pleno siglo XXI, se ven expuestos a problemáticas como el consumo de drogas, la ingesta desmedida de alcohol, el embarazo adolescente, el sexting, el grooming y el ciberbuylling.

Ante este escenario, algunos padres adoptan medidas de sobreprotección que lo único que logran es reducir la libertad de acción de sus hijos(as) y los privan de la posibilidad de desarrollar sus propios mecanismos y estrategias defensivas. Tratar de tener a nuestros hijos(as) en una burbuja protegida y segura, no es una solución efectiva. Todo lo contrario.

Los padres debemos construir una buena comunicación con nuestros hijos(as), que nos permitirá PREVENIR a través de conversar estos temas con ellos. Pero la prevención por sí sola, es insuficiente para protegerlos. Debe ir acompañada por las normas y los límites. Recuerde que su hijo(a) es adolescente y la experimentación de lo desconocido es parte de su proceso de crecimiento. Las normas son barreras de protección ante los problemas enunciados más arriba. Quitar normas, es dejar desprotegidos a nuestros hijos(as). Nuestra forma de comunicarnos, debe estar en un contexto de confianza y cariño. Debemos hablar de estos temas, pero de esa forma. Pero, debemos ser cuidadosos al hablar con ellos(as): hágalo sin sermones, no sea autorreferente contando lo que a usted le pasó a esa edad, no les hable desde un tono de superioridad o como si usted fuese dueño de la verdad, acepte las opiniones diferentes o divergentes de sus hijos(as) y discútalas con ellos(as). Sólo así podrá iniciar una comunicación sincera, verdadera y de confianza que vaya creciendo en el tiempo.

No es fácil construir esa buena comunicación y, más difícil es mantenerla. Apóyese en estrategias de acercamiento, como lo es el juego. ¿Cuántas veces a la semana juega con su hijo(a)?.....esto es más simple y demanda menos tiempo de lo que se está imaginando. Por ejemplo: juegue al “gallito” con su hijo, “acurruque” a su hija cuando se haya acostado y hágale cariño en el pelo, haga cosquillas, tenga guerras de agua improvisadas, láncele una pelota…..invente pequeños espacios para compartir con sus hijos(as). Pueden ser pequeños, breves e improvisados momentos para abrazarnos y reír juntos.

Nuestros hijos(as) manejan bastante información acerca de estas amenazas que hemos nombrado. Pero no necesariamente, esta es verdadera o está actualizada. Por lo tanto, debemos conocer en detalle los temas que mencionamos. ¡¡Infórmese!! Para crear una fuerte comunicación, lo haremos desde nuestro amor y cariño. No desde la autoridad o “la experiencia” o “los años recorridos”. Con el amor por delante, tendremos la paciencia y la sabiduría para evitar el conflicto. Hable siempre claro, directo y breve; sin “rodeos”. Explique el porqué de cada norma y su directa relación con el bienestar y la seguridad de su hijo(a).

No hay edad ideal y nunca es tarde para construir esta relación de comunicación con sus hijos(as).