“El Llanquihue”, en su edición de diciembre 13 de 1991, nos informaba que Varmontt S. A., sí esa recordada y añorada empresa, que nos distinguía como ciudad, se aprestaba a celebrar sus 50 años de existencia. Para ello, daba a conocer el programa de festejos elaborado en esa ocasión:

“(viernes) 13-12-1991: 8.00 horas Misa de Acción de Gracia Iglesia Sagrado Corazón de Jesús.

12.00 Farándula Varmontt. Tres buses con funcionarios Varmontt y grupo folklórico, recorrido por el centro de la ciudad, con un acto en la Plaza de Armas y una corta presentación del grupo folklórico y largada de globos multicolores.

20.00 horas: Acto Oficial, en los salones del Gran Hotel Puerto Varas.  

(sábado) 14-12-1991: 12.00 horas Asado campestre con todo el personal Varmontt Puerto Varas. Lugar: Fogón de Carabineros en Río Pescado. Participa: conjunto folklórico de la empresa. (domingo) 15-12-1991: 10.30 horas Gran cicletada Varmontt, participantes de la empresa y comunidad puertovarina. Salida Terminal Varmontt Puerto Varas, pasando por Costanera hasta el Club de Rodeo. Desde Club de Rodeo a Terminal Varmontt. Actuación de Conjunto folklórico después de la llegada.”

En esa misma edición de “El Llanquihue”, venía, además, una separata dedicada a dicha empresa, en la cual se intentaba recorrer su historia, deteniéndose en sus hitos fundamentales. Se hacía hincapié, para empezar, en los difíciles comienzos – hacia el año 1939 – de don Walter Niklitschek H., en su afán por llegar a dar vida a lo que era la Empresa de Transporte y Turismo Varmontt S. A., de momento que, sus primeras labores fueron de transportista en camiones con productos agrícolas. Dos años más tarde, dará inicio a los recorridos turísticos Puerto Varas-Petrohué. A continuación, vendrán las salidas diarias Puerto Varas-Puerto Montt.

El trabajo tesonero de don Walter Niklitschek tuvo sus frutos con el correr de los años y, el 12 de diciembre de 1966 pudo celebrar 25 años de existencia de Varmontt. “El Heraldo Austral”, registró tal acontecimiento, con una pequeña nota (11-12-1966) de “Roalva”, que en lo principal decía:

“Un 12 de diciembre de 1941, Walter Niklitscheck Hoffmann, se sentaba frente al volante, para iniciar su primer recorrido de transportación de pasajeros.

Su itinerario era Petrohué, por la nueva ruta que se abría al tránsito público, desde Puerto Varas. Era el comienzo insospechado de una gran empresa, que con el correr del tiempo, sería la Primera del Sur del país.

Más tarde, su recorrido establecido a Río Frío, para finalizar con una línea permanente a Puerto Montt. Walter Niklitschek siguió impertérrito, junto al volante con la vista fija hacia el futuro, soñando frente al sol y a la lluvia.

Comienzo humilde, de un hombre que luchó tenazmente para lograr, lo que hoy es Varmontt; orgulloso de una ciudad, que irradia hacia dos provincias.

Veinte y cinco años han transcurrido, de ininterrumpido rodado por los caminos de ripio y por la franja cementada del progreso. Un cuarto de siglo jalonado de sacrificio, preocupaciones y desvelos, para llegar a lo que había concebido.”

El crecimiento de Varmontt, como empresa, significó, con el tiempo, añadir un recorrido a la ciudad de Osorno, amén de la construcción de terminales en Puerto Varas, Puerto Montt, Purranque; una nueva transformación: pasará a ser Sociedad Anónima; la importación desde la República Federal de Alemania de 12 modernos buses Mercedes Benz; y, desde 1976 en adelante, la extensión de sus recorridos hasta la capital. En este último caso:

“La inquietud permanente de los Ejecutivos ha sido siempre brindar un servicio óptimo y que sea completamente distinto al resto de las empresas que operan los mismos recorridos. Es así como se decide importar desde Brasil buses que son expresamente construidos para la empresa, con los antecedentes técnicos que ella entrega: éstos que cuentan normalmente con 45 asientos se construyen sólo con 18 butacas camas, con baños, cafetería y cabinas especialmente diseñadas para recorridos largos.

La gran aceptación brindada a éstos, obligan a los accionistas a efectuar nuevas inversiones, importándose los primeros buses doble piso.”   

Sí, Varmontt era el placer de viajar, pues los pasajeros podían disfrutar de buena comida y de un vino o licor a bordo; los buses eran cómodos; su servicio era puntual en salidas y llegadas; había la posibilidad del uso de celular desde 1991. Sin embargo, todo eso despareció, y sólo queda recordar cuánto hicieron por la ciudad don Walter y don Claudio Niklitschek y sus trabajadores, con su empresa, que era el orgullo de muchos puertovarinos.    

Por Rafael Piquer A.                          

Investigador en Historia  de la Región de Los Lagos.