“El Heraldo Austral” de Puerto Varas está próximo a celebrar setenta años de existencia y, por lo mismo, debemos exaltar el esfuerzo que se ha hecho, para que, por, tanto tiempo, le veamos aparecer, con las noticias fundamentales de nuestra ciudad y la zona que circunda el Lago Llanquihue. Su presencia en nuestras vidas es imprescindible, de momento que es la publicación que nos informa desde el 9 de septiembre de 1951, cuando apareció su primer número, merced a una loable iniciativa de los prohombres Rosendo Álvarez y Benjamín Mansilla: ellos dieron vida a un órgano que se ocupaba de lo nuestro y buscaba servir a su progreso, sin pensar, seguramente que, su iniciativa perduraría en el tiempo.  

Pero, que el aniversario de “El Heraldo Austral” nos permita, también, hacer un pequeño recorrido de lo que ha sido la prensa escrita en Puerto Varas, principalmente en lo que se refiere a periódicos y diarios, que estaban dirigidos a los puertovarinos, y que intentaban ser sus portavoces. Sus dueños y periodistas pusieron todo su empeño en campañas y empresas – la mayoría de ellas desgastadoras – sólo por ver crecer y desarrollarse, a la población que les cobijaba y que era la razón de sus vidas.

Al comienzo de este simple esbozo, hemos de señalar que la primera publicación del caso, en Puerto Varas, es “La Voz de Puerto Varas”, un periódico impreso desde marzo de 1919 a diciembre de 1920, al cual, don Lidio González M., director y propietario de “El Faro de Llanquihue”, alude de esta manera en el primer número de este último periódico: “Los gratos recuerdos que llevamos de los progresistas habitantes de esta hermosa y rica zona, en el curso de los dos años que trabajamos desde las columnas de ‘La Voz de Puerto Varas’, nos induce nuevamente a entrar en la palabra periodística, premunidos esta vez de vastos conocimientos y mejores aspiraciones para afrontar la ardua labor de este nuevo vocero,…”

Seguirá a “La Voz de Puerto Varas”, “El Progreso”, que se presentaba como “periódico independiente, noticioso y comercial”, mas, su vida será muy breve, ya que, sólo alcanzó a tener una edición en mayo 15 de 1921.

Al año siguiente, a comienzos de marzo, vio la luz un nuevo periódico puertovarino, llamado “El Faro de Llanquihue”, el mismo citado antes, y que extendió su quehacer entre marzo de 1922 y febrero de 1923, con 53 números. Su director y propietario, como se dijo más arriba, era don Lidio González, y aparecía los miércoles y domingo. En la portada del primer número se podía leer una declaración “combativa”, como la que sigue: “El Faro de Llanquihue fomentará el turismo, la industria, el comercio, la agricultura y ganadería y será el órgano que trabajará porque se bajen los fletes de los ferrocarriles, como único medio para poder conducir los artículos de primera necesidad al norte, como ser papas, trigo, miel, etc., donde la gente pobre yace en la miseria más espantosa, por causa exclusiva del alza de los ferrocarriles”. E, inmediatamente su “programa”, en el que, llama nuestra atención, planteamientos como: “Motivo de preferente atención será contribuir con nuestro modesto concurso a todas aquellas obras de progreso en que están empeñadas las autoridades y sus habitantes, ya sea secundándolas o llamando la atención hacia el posible abandono en que siempre han mantenido los poderes públicos esta adelantada región, que ha surgido debido al esforzado trabajo de la laboriosa colonia alemana, que la convirtió de selvas vírgenes en hermosos y valiosísimos campos de cultivo.

Trabajaremos con decisión y sin descanso por la pronta creación de un departamento con su cabecera en Puerto Varas. Nos fundamos para ello en que este floreciente pueblo tiene el suficiente número de habitantes, y su comercio, su industria y su agricultura sobrepasan a las comunas más prósperas de la república, y es, además, el puerto más importante del Lago Llanquihue, donde convergen todos los negocios, y su cultura y sociabilidad ha alcanzado un evidente progreso”.

 Y, “El Faro de Llanquihue” cumplió, según el contenido que encontramos en sus distintas ediciones: apoyo a varias campañas y el registro de lo que ocurría en la ciudad, con bastante preocupación por las diversas organizaciones e instituciones en ella. Sin embargo, pronto desapareció y dio paso a “Las Noticias de Puerto Varas”, un diario fundado en noviembre 22 de 1940, que llegó hasta el número 1.325, correspondiente al 17 de diciembre de 1950, es decir, una publicación con diez años de vida, en la que, cada número es una manifestación de su decidido interés por Puerto Varas.

Casi en la misma fecha de los albores de “Las Noticias …”, nuestra ciudad vio dos impresos periódicos más: “La Verdad” (1942-1943), que nada más tuvo cuatro números y se definía como “órgano progresista independiente”, y cuyo primer número salió bajos los auspicios de la Unión de Comerciantes e Industriales Minoristas de Puerto Varas; y, “Claridad” (abril a diciembre de 1943), expresión del Partido Radical, con 15 ediciones. El primero de ellos, si pasamos revista a sus escasos ejemplares, trae, junto a lo que ocurría en esta ciudad, las distintas disputas, en las cuales se vio involucrado su director, don José J. Espinoza, la principal de ellas con el notario de apellido Concha.  

 De este modo, llegamos a 1951, cuando sólo nueve meses de haber dado por terminadas sus labores “Las Noticias de Puerto Varas”, comenzó a ser publicado “El Heraldo Austral”, en un primer momento nacido en Frutillar, para a continuación asentarse en Puerto Varas. Ha permanecido entre nosotros por setenta años, a pesar de las muchas dificultades enfrentadas. El 26 de noviembre de 2018, falleció su directora, Lucía Bravo B. – esposa de don Rosendo Álvarez –, a cargo de “El Heraldo Austral” desde 1988, al morir éste. En esa oportunidad, la despedida que trajo el número de noviembre 29, apuntó, que al hacerse cargo de la dirección “fueron años duros los que le tocó afrontar, los que superó con muchas ganas, empeño y con el apoyo de muchos que estuvieron a su lado…” Por lo tanto, si bien la tarea no ha sido para nada sencilla, “El Heraldo Austral” ha permanecido informando, aunque cada cierto tiempo surjan publicaciones como “El Pionero del Lago Llanquihue” (entre octubre de 1997 y mayo de 1998), y, “Go Patagonia” (tres números en el 2006).