• 28 de Marzo

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El anuncio de adelanto y prolongación de vacaciones de invierno fue una total sorpresa para muchas familias. Nadie estaba preparado. Nadie lo vio venir. Se cancela todo de un minuto para otro por motivo de salud pública. La salud es lo primero.

Pronto los medios de comunicación y las redes sociales se llenaron de panoramas. Museo, teatro, música, cine, talleres deportivos y culturales. Puerto Varas no fue la excepción. Una nutrida agenda de actividades para compartir en familia. Algunas gratuitas, otras de pago. Todos invitados. ¿Era así?

No. La comunidad convocada no era toda. Era sólo para quienes podían ir. ¿Cuántas actividades culturales o deportivas se hicieron en Puerto Varas pensando en personas con necesidades diferentes esta temporada?  ¿Estaba la integración presente? ¿Estaban todas las condiciones para atender la diversidad que representa a nuestra comuna? ¿Estaba el personal a cargo debidamente preparado para este desafío, básicamente, trabajar con la comunidad y su diversidad?

Lo de las vacaciones es apenas un rasgo sintomático de una situación permanente. Quienes más necesitan ser tomados en cuenta son reducidos al club de la solidaridad, a la importancia sólo para el día anual de tal y cual patología, la eterna postulación de proyectos para obtener fondos, objetivos generales, específicos, las decenas de reuniones, las múltiples mesas de participación, para así, con mucho esfuerzo, sin muchas garantías, prevalecer en la intención de poder dar continuidad al tratamiento a sus familias.

Los problemas de infraestructura, equipamiento, especialistas, se encuentran de frente con la necesidad de que la sociedad en su conjunto vea y quiera ver a quienes tienen necesidades diferentes. Empatice con lo que esto significa. Sin lástima, sin aludir a la caridad, sino con el más puro y pleno sentido de justicia.

La inclusión es como la sustentabilidad. Se dice mucho, mientras algo se hace, pero siempre es menos de lo que se debería hacer. Los desafíos que se presentan son más grandes que las soluciones que se ofrecen.      Los esfuerzos suelen ser aislados y los puentes no existen, o apenas son provisorios.

¿Cuántas rampas en las calles se han construido durante el último año? ¿Cuánto se ha avanzado en otros sectores, más allá del centro de la comuna? ¿Cuán integrado está el sistema peatonal inclusivo, más allá de las veredas? ¿Los semáforos, la señalética? ¿Pueden todos ir y hacer un trámite en la municipalidad de Puerto Varas? ¿Ir al registro civil? ¿Elegir cualquier restaurante? ¿Tiene el sitio web del municipio algún elemento de accesibilidad? ¿Cuánto ha aumentado la capacitación de atención de público en el comercio para recibir a personas con necesidades diferentes, como sería el caso de personas con autismo?  ¿Los estacionamientos pintados azules cumplen con la normativa, con su respectiva rampa y paso de cebra cercano? ¿Es la Casa de la Discapacidad suficiente espacio para las distintas necesidades? ¿Basta con ampliar el lugar y hacer un segundo piso para todas las patologías que atiende?

Las respuestas tienen un depende. Sigue algún anuncio. Un pronto para otro pronto que por lo general no es tan pronto. La tranquilidad no espera porque no existe. La incertidumbre es la respuesta inevitable. Otras veces la solución está, pero el mal uso la arruina, como es el caso de los estacionamientos reservados que cualquiera los usa. La fiscalización es débil, pero no más que la moral de quienes hacen esto.

Ciertamente por otros temas se dice y se hace más. Tienen prioridad. Horas y más horas en entrevistas, radios, televisión, medios de prensa nacional y local, para hablar de parcelas, de fragmentación ecológica, del relleno sanitario, la nueva multi cancha, la nueva casa de la música en cerro Philippi, la inversión millonaria para enrejar el cerro, y tantas otras cosas más. La casa del emprendimiento. Temas importantes. Inversión. Infraestructura. Acuerdos de colaboración. Alianzas. Genial. De todas esas horas, ¿Cuánto fue para hablar de discapacidad? ¿Por qué se habla tan poco de discapacidad?

Pensar la comuna, para los menores, los mayores, para quienes tienen necesidades diferentes, debería ser básicamente pensar en la comunidad. Muchos de ellos probablemente no asistirán a las mesas de participación, ni harán muchos comentarios en redes sociales. Sus tratamientos no están garantizados. Interrumpir procesos tiene consecuencias. Comuna justa, equitativa y sostenible, dice el municipio antes de iniciar cada uno de sus informativos. Sin desmerecer los esfuerzos, faltan noticias para sostener esa afirmación.

Por: Pablo Hübner