En el último Concejo Municipal, la administración presentó dos propuestas cruciales para avanzar en la mejora de espacios públicos altamente valorados por la comunidad puertovarina. Primero, un proyecto de $4.000 millones para la reposición del Estadio Ewaldo Klein, con el objetivo de finalizar una obra esperada por 14 años. Segundo, una nueva Biblioteca Municipal, con acceso universal, ubicada en el espacio más democrático de la ciudad: la Plaza de Armas.

Lamentablemente, y replicando lo ocurrido con la propuesta para mejorar el funcionamiento del Relleno Sanitario La Laja, los concejales Godoy, Salazar y Horn votaron por no aprobar ambos proyectos, que tenían el claro objetivo de beneficiar a la ciudadanía y mejorar su calidad de vida. Especialmente en tiempos de elecciones, este tipo de decisiones nos lleva a preguntarnos: ¿Qué intereses están realmente defendiendo? ¿Son estos los intereses de la comunidad, que clama por espacios para desarrollarse? ¿O se trata de intereses personales o partidistas que priorizan agendas propias por sobre el bienestar colectivo?

Este tipo de situaciones nos recuerda que no basta con una excelente gestión municipal. El rol de los concejales es crucial para facilitar o entorpecer los avances que nuestra comuna tanto necesita. La responsabilidad de los concejales es enorme, ya que, dependiendo de los intereses que persigan, pueden determinar el rumbo de nuestra comunidad por los próximos años.

En octubre, como ciudadanos, tenemos la oportunidad de hacer valer nuestra voz. Es fundamental votar con conciencia, eligiendo a quienes demuestren un verdadero compromiso con el desarrollo integral de nuestra comuna. Que este llamado sea un recordatorio: no debemos permitir que posiciones egoístas de algunos le pongan freno al progreso de todos/as.