Para esta semana está anunciado el inicio de las obras de construcción de la Casa de la Música en Puerto Varas. La casa será emplazada en la parte baja del cerro Philippi. Este proyecto, además de rescatar la tradicional Casona Niklitschek, crea un nuevo espacio para el desarrollo de la expresión artística en la comuna. El proyecto es una iniciativa del municipio de Puerto Varas y cuenta con el apoyo del ministerio de las Culturas y las Artes.

Esta es una buena noticia. En estos tiempos difíciles, con mucha incertidumbre, la cultura es fundamental. La expresión artística, su contemplación, su presencia, su ejercicio, permite abrir el pensamiento. Es la oportunidad de frecuentar un espejo con muchas formas y reflejos. Un lugar donde las inquietudes se encuentran con los sueños y la imaginación permite verdad. Es también una fidelización con el tiempo y la oportunidad de estar vivo.  

La cultura es parte del relato de nuestra propia contingencia. Cada mañana, basta abrir el diario para ser testigo de la combinación. Entre las noticias sobre la estabilidad política, económica, social, la salud, aparecen los anuncios de la detallada agenda de los encuentros, conversatorios, exposiciones, cuenta cuentos, presentaciones y otras actividades. En el realismo duro y sin renuncia que ofrece la contingencia, está también el realismo mágico que ofrece la agenda cultural de la comuna.

El hecho de tener una agenda cultural así de abundante es un tremendo aporte. Se siente el dedicado trabajo de la Fundación para la Cultura y las Artes Bosque Nativo, el Centro de Arte Molino Machmar, el Conservatorio Música y Bellas Artes del Sur (COMBAS), colegios y otras organizaciones. Este trabajo en conjunto será parte de la historia de la comuna en el relato sobre cómo se enfrentaron estos meses complejos. Mucho uso de redes sociales, imaginación y determinación por seguir adelante haciendo actividades, a pesar de las dificultades. Los resultados han sido evidencia de creatividad y éxito, además de varios desafíos en este mundo cada vez más digitalizado.

La nueva Casa de la Música en Puerto Varas se anuncia en buen momento. Como en todo proyecto, se puede discutir sobre la arquitectura, el tamaño, la ubicación, los colores, todo, pero lo cierto, en el espíritu de lo que este proyecto busca, sin duda, hay algo que suena bien.

Además, esta obra sirve como manifiesto. De nada sirve gastar el esfuerzo en intentar ser una comuna de vocación turística si se descuida el desarrollo cultural y la importancia de la expresión de los vecinos de la comuna.  Puerto Varas es una comuna de residentes, esta no es solo una postal buena para la foto, lindas vistas y buenos servicios. Puerto Varas tiene un discernimiento cultural público, histórico y colectivo, que se encuentra también en la expresión artística.

La Casa de la Música de Puerto Varas es un aporte para la comuna. Siempre es bueno cuando se anuncia un nuevo lugar donde aprender. Un lugar donde emocionarse. Porque de las emociones surgen las ideas que conducen las soluciones. En la imaginación está la verdad, y así, el porvenir de la comuna. Con el arte la comunidad perdura en el tiempo. Así se comunican las generaciones. No hay olvido donde habita la expresión.

Es de esperar que la Casa de la Música se construya conforme a los plazos y todo resulte bien. Este tipo de iniciativas deberían servir de incentivo para seguir avanzando en la educación y en la expresión cultural al servicio de todos los vecinos de Puerto Varas.

Por: Pablo Hübner