Los niños, en mayor o menor medida y dependiendo de su edad, perciben que algo diferente a su rutina habitual está sucediendo en su entorno. Ante esta situación, sus referentes son los padres por lo que la actitud que ellos tengan y la conducta que manifiesten será percibida por los niños, positiva o negativamente. Jugar y hacer actividades en conjuntos hacen más fácil la convivencia en casa.