Su enorme potencial se debe, principalmente, a que es un microorganismo seguro desde el punto de vista microbiológico, incapaz de causar enfermedades a los humanos.
Entre los medicamentos generados en levaduras destacan las vacunas contra la hepatitis A y B, la hirudina (anticoagulante) y la insulina, hormona empleada para controlar los niveles de glucosa en sangre.