En este trigésimo sexto aniversario del Partido Unión Demócrata Independiente, no podría sino dirigir mis palabras, a aquellos defensores de nuestros principios y valores. A aquellos que durante los tiempos de dificultad, en vez de huir desesperanzados, han afianzado su compromiso y han redoblado esfuerzos con el anhelo siempre vigoroso, de tener una patria más próspera y libre.

Para aquellos que han entendido que el servicio público está dirigido a beneficiar al país y no a satisfacer anhelos o ambiciones particulares de quienes lo desempeñan; que han entendido la importancia de las ideas, pero siempre de la mano de los compromisos, de los testimonios y de una vida entera -y no ciertos fragmentos de ella- entregada a servir. A aquellos militantes, que son el corazón apasionado y palpitante de un partido político que trasciende y que perdura, con su historia, su experiencia, su constancia y su tenacidad.

A ellos me dirijo, porque somos un partido que no se personaliza por su conducción política.

El espíritu original de la UDI, esa unidad certera y esa mística tan propia, está en sus bases. Trasciende generaciones y se va enriqueciendo con los aportes únicos que entrega cada miembro que la compone.

Este perfil es lo que nos distingue: el amor incondicional por Chile y por su gente, la lealtad y el compromiso con nuestros miembros, la defensa de sus valores y tradiciones, la excelencia ante la mediocridad, el tesón para afrontar los problemas y el vigor para levantarse cuando la mayoría ha perdido la fe.

A nuestros militantes me dirijo, sigan siendo los servidores ejemplares de estas nuevas generaciones, sigan defendiendo con fuerza esta familia, aun cuando el cansancio apremie y la soledad subsista, porque si esa llama sigue encendida nosotros no la apagaremos jamás.

Y a nuestras nuevas generaciones, no dejen nunca de hacer de su convicción un testimonio de vida trascendente. Fórmense, salgan a las calles, sirvan sin esperar nada a cambio, defiendan sus ideas y transformen realidades. Interpreten el espíritu de la UDI en cada rincón, vivan las realidades de otros para entender por qué es imprescindible entregar nuestra vida en servicio de los demás. Nunca olviden, que las personas importan y que “Después de Dios, nos debemos a Chile”.

Katherine Montealegre N.

Presidenta Regional

Nuevas Generaciones UDI Los Lagos.