Hoy empezó un fuerte temporal acá donde vivo, en Puerto Varas.
Hoy hace un año recibimos el diagnóstico de mi papá y fue el inicio de un tremendo temporal personal y familiar.
Hoy veo todos las características y los componentes de un temporal de otra manera. Y todos me hacen sentido. Todos se resignificaron.
Llega sin anunciarlo, es fuerte y arrasa con todo lo que está a su paso. Su intensidad da miedo y muchas veces deja sin respiración al encontrárselo de frente. Es incierto, no sabes cómo te va a dejar. Sacude todas las certezas.
Lluvia, viento, hojas, árboles, soplar.
Cuando llega y pasa, deja todo desordenado, sin lógica ni sentido. Es difícil mantenerse parado, te ladea y a veces te derrumba.
Hoy me suspendieron reuniones por el temporal.
Hoy se cortó la luz por el temporal. Hoy las autoridades locales publicaron números de emergencia por el temporal.
Y hoy esta palabra define todo lo que he sentido este año. Es la palabra perfecta para expresar lo que es el diagnóstico de una enfermedad y el inicio de un duelo.
Hoy, esta palabra dentro de todo el banco existente de palabras, define lo que he estado sintiendo y siento hoy en día. A pesar de que es poco lo que he podido llorar, me di cuenta de que dentro de mi vive un enorme temporal, con todas sus características y componentes.
Al mismo tiempo, cómo te hubiese gustado ser personificado en un temporal. Con lo que amabas el sur, la lluvia y los fenómenos naturales.
Siempre te recuerdo, nunca te olvidaré y menos los días de temporal, los resignificaste y por fin puedo llorar.
Y al mismo tiempo recuerdo el otro significado de esta palabra, es una noción de tiempo. Solo es temporal.
Ahora me voy afuera, a sentir el temporal.