• 25 de Abril

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SERNAC Y GESTIÓN MENSTRUAL

Por OSVALDO EMHART VICENCIO

DIRECTOR REGIONAL

SERNAC REGIÓN DE LOS LAGOS


La menstruación es un proceso biológico y no una elección, e implica costos, algunas molestias que no se pueden evitar y necesidades que cubrir, lo cual empeora cuando no se tienen los recursos o la información.

De hecho, un estudio de precios de SERNAC realizado el año 2022 concluyó que, en promedio, se pueden gastar en un año hasta 125 mil pesos sólo al utilizar toallas desechables y antiinflamatorios si el período dura siete días.

Además, hay que tomar en cuenta que un 30% de la población menstrúa todos los meses y este proceso de gestión menstrual dura más de 40 años.

Es por ello, que el 2023 SERNAC realizó el primer estudio de gestión menstrual enfocado en las personas más vulnerables del país: personas privadas de libertad, en situación de calle y quienes viven en campamentos.

Para la realización de este estudio, el Servicio trabajó en forma colaborativa con Gendarmería de Chile, la Fundación Gente de la Calle y el Campamento Juan Bustos.

Los resultados evidenciaron que la población menstruante en condiciones de vulnerabilidad no tiene garantizado el acceso a agua potable, productos de higiene y gestión menstrual.

Por ejemplo, en el caso de quienes están en la cárcel, sólo un 48% tiene acceso a toallas higiénicas para todos los días que dura el proceso y un 7% no tiene acceso a nada; mientras que apenas un 37% de quienes están en situación de calle accede a esos productos. En cambio, el caso de niñas, mujeres y personas menstruantes que viven en campamento, el 83% accede a los productos imprescindibles.

Para una adecuada gestión menstrual, es necesario satisfacer también ciertas necesidades como, medicamentos para el dolor, aseo con agua e instalaciones sanitarias adecuadas, entre otros. En este aspecto, las condiciones de estos grupos vulnerables son precarias. Por ejemplo, el 75% de las mujeres en la prisión no tiene privacidad al usar el baño y tanto en ese grupo como en los otros dos estudiados sólo algunas pueden acceder a agua potable.

Las estrategias utilizadas para conseguir los productos de gestión menstrual son diversas, van desde el intercambio (en el caso de la población penal) hasta la utilización de algunos elementos como paños de género, papel higiénico, pañales, entre otros. 

El estudio permite concluir, además, que el costo económico de estos productos es el atributo principal para adquirirlo, seguido por la calidad.

En resumen, quedan muchos desafíos y uno de los principales en esta materia es generar políticas públicas que busquen resolver las dificultades a las que las niñas, mujeres y personas menstruantes se enfrentan día a día, especialmente respecto de estos grupos hipervulnerables.