Estaba observando el noticiario que mostraba las imágenes violentas de la contingencia nacional, junto a mi hija de 10 años. Ella, se encontraba muy asustada por lo que estábamos viendo en televisión. La verdad, me sorprendió su miedo. Estaba confundida. No comprendía tanta violencia. Se sentía amenazada. Pensaba que lo que veía en televisión, también le podía ocurrir. Sobre todo, porque nunca había visto algo parecido.
Como padres, debemos estar atentos para poder dar una explicación razonable y coherente de los hechos o circunstancias que están generando miedo a nuestros hijos(as). Esta explicación debe ser realista, concreta y muy clara, de manera que él (ella) entienda y, que al entender, deje de sentir miedo. Su explicación debe generar confianza. No olvide que lo desconocido, genera miedo.
Es nuestro deber de padres dar seguridad y tranquilidad a nuestros hijos(as) y la mejor forma de lograrlo, es conversar con ellos(as) y entregar la mayor cantidad de información posible, que les permita comprender los hechos que los inquietan. Esto además, refuerza nuestro vínculo de comunicación con ellos(as) y también, nuestra autoridad como padres preocupados de su formación y bienestar.
Algo parecido puede ocurrir con los temblores o terremotos. En este caso, los padres podemos heredarles el miedo a nuestros hijos(as). Cuando ocurre uno de estos fenómenos, es muy importante la forma como reaccionamos y nos comportamos. Nuestros hijos(as) nos están observando. Somos el modelo para ellos(as). Si corremos asustados, ellos(as) también lo harán. Así, nuestros hijos(as) aprenderán a sentir miedo a los temblores o terremotos. Será un miedo aprendido. Algo difícil de cambiar, pues se aprende en una experiencia que se une a sentimientos y emociones que surgen de lo más profundo. En cambio, si reaccionamos con tranquilidad y no demostrando miedo (que no significa que no lo estemos sintiendo, pero lo debemos controlar), ellos(as) también se comportarán de igual manera frente a un temblor o un terremoto. Si este comportamiento de parte nuestra, lo acompañamos con una conversación donde le explicamos por qué se produce este fenómeno natural, se reforzará su confianza en nosotros y se reducirá el miedo que le provoca, porque sentirá que ahora conoce lo que ocurre.
Volviendo al caso de la contingencia nacional, los expertos de Psicoterapia “Metáfora”, indican:
- Trate de mantener la calma, pues su hijo(a) está observando atento su comportamiento y estado emocional.
- Explíquele a sus hijos(as) con palabras simples y claras lo que ocurre en el país.
- Evite entregarles información o imágenes que los alarmen.
- Dígales que es una situación excepcional y que las autoridades están pensando cómo solucionar el problema.
Recuerde que usted es el más indicado para lograr que su hijo(a) mantenga la confianza y la tranquilidad, frente a la convulsionada situación nacional. Usted es su modelo y su norte. No lo defraude.
Gonzalo De los Reyes Serrano
Magister en Educación; Coach en Parentalidad Positiva;
Director de la división Patagonia en la Fundación Innovación Educativa Chile
Creador de los Programas DHP (Desarrollo de habilidades parentales) y PARE (Aumento del rendimiento escolar), este último patrocinado por UNICEF y el Ministerio de Educación.