• 28 de Marzo

Sugeridos:


Tras la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia, que busca lograr un acceso equitativo y participación plena de las mujeres en esta disciplina, primordialmente desarrollada por hombres, cabe preguntarse, ¿la baja participación se debe a que nos consideramos impostoras en la ciencia?

Convencerse de las habilidades que tenemos al enfrentar el reto científico, sea cual sea la disciplina que abordemos, es un requisito fundamental para progresar. Sacarse de encima el “Síndrome del Impostor” que hasta hoy inseguriza a millones de personas en el mundo, principalmente mujeres, que ven sus logros como un simple golpe de suerte y temen que las sorprendan y las califiquen como un fraude. Según una publicación de 2011 en la revista International Journal of Behavioral Science, un 70% de los trabajadores estadounidenses habría experimentado alguna vez este patrón.

La escritora española, conferenciante y coach experta en liderazgo, Pilar Jericó explica que el origen del síndrome del impostor estaría en la autoexigencia. Es un fenómeno tan frecuente como inconfesable, y su incidencia es cada vez mayor.  Y es un problema que se está acentuando mucho con las redes sociales, por la obsesión con la apariencia y la necesidad continua de publicar una versión idílica de uno mismo.

Lo que vemos en cada generación que formamos, es la lucha por vencer este síndrome, en cada mujer que se enfrenta valientemente a una pantalla de computador, una consola llena de códigos, símbolos e íconos que desconoce, pero que aprende a manejar para lograr resultados concretos. Descubren lo que son capaces de hacer y que nada de eso es un hecho al azar. Sus proyectos no son magia, es creación de cada una y que se podrá repetir en cada proyecto que emprendan.

El papel de nosotras en la ciencia no es una careta que se caerá en algún momento ni constituye un golpe de suerte en medio de la nada. Hay capacidad, hay conocimiento, hay una construcción de una nueva versión de sí misma. Es el talento para participar de una disciplina compleja, para la que estamos lo suficientemente preparadas porque el tiempo ha demostrado que en ciencia “no somos impostoras”

Por Anabell Mora, Admission Manager de Laboratoria