• 19 de Abril

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Puerto Varas se prepara para iniciar un nuevo ciclo. Cambio casi total en el concejo municipal. Los concejales que intentaron obtener el cargo de alcalde salen de la escena. De los concejales que fueron a la reelección, sólo uno logra el objetivo, Marcelo Salazar.

En la elección municipal del año 2016 se destacó mucho que todo el concejo electo en ese entonces era, de alguna manera, nuevo, salvo el alcalde electo, quien volvía luego de haber perdido la elección con Álvaro Berger. Ahora, en 2021, otra vez, hay un concejo municipal casi nuevo. No por eso todo será diferente, ni todo será partir desde cero.  Hay diversos elementos que permiten pensar en un puente razonable entre el pasado de la comuna, el presente y la construcción de futuro. Todos quieren lo mejor para Puerto Varas. ¿Qué es lo mejor, lo más importante, prioritario, necesario, urgente? ¿Cómo se consigue?

Este nuevo concejo municipal tiene mucha novedad y también, mucha tradición. Vuelve al concejo municipal de Puerto Varas el PS, sigue la DC, la UDI y RN. La primera mayoría de los concejales es mujer y representa al nuevo movimiento político Transforma, con que también sale electo como alcalde Tomás Gárate. Por muy nuevo que sea este movimiento, contó con el público apoyo y confianza de la experiencia que representa el ex alcalde Eduardo Cerón.

Vuelve también como concejal el independiente Juan Patricio Godoy, segunda mayoría en esta elección, con más de dos mil votos. Su rol fiscalizador en el gobierno de Álvaro Berger no se olvida. Sigue el concejal Marcelo Salazar, quien también conoce de conflictos, muchos de ellos aún no terminan, como su participación como demandante contra el actual alcalde Ramón Bahamonde en el juicio por notable abandono de deberes.

Quienes tienen experiencia en la plaza del concejo municipal saben lo que es estar ahí, conocen las trabas, los problemas. Son conscientes de los tiempos que duran los procesos y de que cuatro años de mandato no es tanto. Tienen la ventaja de haber cometido errores, sufrir arrepentimientos, enfrentar ignorancias hasta disolverlas, y todo eso suma. Más aún cuando les tocó vivir tiempos crispados, con momentos en que el respeto parecía perdido.

Este concejo municipal tendrá una mezcla entre lo bueno de no tener experiencia y lo bueno de tener experiencia. Lo bueno de tener partidos políticos formales y lo bueno de no tener partidos políticos formales. Las expectativas de éxito están dadas por la capacidad de sostener el diálogo y el encuentro positivo de las diferencias. En ese sentido, la palabra transforma, la palabra vencedora de estas elecciones municipales, deberá hacer de su interpretación un lugar de encuentro y de acuerdo, más que de cambio fulminante, desde una cosa a otra cosa. El diagnóstico del cansancio de la política tradicional deberá encontrar lo mejor de la política tradicional, más allá del desgaste, para no prescindir del aprendizaje de esas experiencias previas al presente que toca enfrentar.

Así como la historia de la comuna no parte hoy, nadie quiere volver a ver en Puerto Varas un concejo municipal fracturado, lleno de juicios evitables, declaraciones cruzadas, ofensas y faltas de respeto. La elección ya fue. La resiliencia es clave, tanto de quienes llegan, quienes vuelven, quienes se quedan y en quienes se van. Todos tienen un rol que cumplir. Algunos ya saben cuál es, otros, en el camino probablemente lo descubrirán.

Mientras, sigue lo más evidente: la pandemia es una emergencia prolongada. Han pasado largos meses de vida interrumpida, libertades limitadas, planes cancelados. Muchos costos. El impacto para la comuna ha sido tremendo. El sentido de urgencia ante la catástrofe es más importante que nunca. Para retomar el camino de la realidad es clave saber cuál es la realidad.  El anuncio del alcalde electo de realizar una completa auditoría al gobierno de Ramón Bahamonde es una buena noticia, que debe ir de la mano de una actitud colaborativa por parte del equipo saliente. Las recientes declaraciones del actual alcalde sobre el triunfo de Tomás Gárate parecen anticipar un clima poco feliz. Si la conducta no es la que corresponde a la envergadura cívica del momento, esa situación debería ser de público conocimiento. La transición no será fácil, pero mejor saber que no saber.

Por: Pablo Hübner