• 19 de Abril

Sugeridos:


Se acercan las Fiestas Patrias y junto con ellas uno de los juegos tradicionales que aún mantenemos de elevar volantines, actividad que en estas fechas es pasión de niños y de adultos. En este sentido, se organizan competencias entre dos cometas para lograr cortar en el aire el hilo del volantín rival, y una vez que esto ocurre, el volantín es perseguido por niños y adultos para quedarse con él. Para mejorar la competencia se utilizan hilos más resistentes y entre estos el llamado “hilo curado” que incluye plástico, fibra sintética, lino o metal al cual se ha adherido algún elemento o compuesto abrasivo o cortante como cristal o vidrio molido, elemento mineral, polvo esmeril o metálico o granos de cuarzo de mayor aspereza.

El objetivo de mejorar la resistencia del hilo para una competencia lo transforma en un material peligroso, pues se convierte en un instrumento cortante, que puede causar daño no solo a la persona que lo manipula, sino que a cualquier individuo que se cruce en la línea de este hilo.

Existen casos de ciclistas o motoristas que evidencian la gravedad de las lesiones, ya que el hilo curado puede traspasar cascos y otras protecciones. Desde el año 2013, tenemos una ley que sanciona la fabricación, el acopio, comercialización, facilitación y transporte del “hilo curado”, pero, no siempre las sanciones desincentivan la acción, y lamentablemente son pocas las medidas de control que podemos utilizar para controlar su riesgo.

Por lo mismo, debemos eliminar el riesgo evitando tajantemente el uso de este producto y denunciar a las autoridades a quienes lo comercialicen.

Carmen Gloria González directora Escuela de Biotecnología y Medio Ambiente UDLA

Ingeniero Civil Químico, experta en Prevención de Riesgos