Al menos nueve personas han fallecido este lunes por la erupción del volcán Lewotobi Laki Laki, ubicado en la isla de Flores, en Indonesia, y es imposible frente a este episodio no reflexionar en nuestra historia geológica de los últimos miles de años: Tres volcanes de Indonesia y Sumatra han impactado profundamente a la especie humana.
El Volcán Toba en Sumatra que, acorde a una hipótesis que plantea Donald Prothero, casi hace desaparecer a la especie humana hace unos 74 mil años. Prothero explica que las investigaciones de diferentes equipos de geólogos en diferentes partes del mundo han determinado que dicha erupción ha sido la mayor ocurrida desde que nuestra especie evolucionó en la Tierra, con una explosión 40 veces mayor que la mayor bomba de hidrógeno y mil veces más poderosa que la erupción de 1883 del volcán Krakatoa, también en Indonesia. Este último generó un estampido que se escuchó a 8 mil kilómetros. Todo el material expulsado a la atmósfera bloqueó los rayos del sol causando un descenso brutal de la temperatura calculado en 5-9 grados centígrados. En su caída, la ceniza cubrió la vegetación y con la lluvia se formó un barro denso. Los temblores asociados deben haber generado tsunamis que incrementaron la destrucción. La gente y animales de la época encontraron un mundo destruido. Muchos seres vivos murieron y entre ellos casi todos los de nuestra especie. Quedaron unos pocos sobrevivientes, como lo señala un "cuello de botella" genético de esa fecha que indica una población muy pequeña de nuestros antepasados africanos. Prothero, refiriéndose a trabajos de otros autores, señala que se estima que sobrevivieron entre 1.000 a 10.000 parejas de humanos. En resumen, la mega erupción del volcán Toba, 74.000 años atrás, casi nos hace desaparecer.
Otra erupción en Indonesia tuvo, además del efecto catastrófico, un impacto extra, cultural. Fue el caso del volcán Tambora cuya erupción de fines de 1815 provocó en 1816 el llamado "Año sin Verano", provocando una devastadora hambruna. Además, en esa fecha, Lord Byron con un grupo de amigos se encontraban en el lago Ginebra en Suiza. Lo acompañaban Percy y Mary Shelley y John Polidori. Los días grises y lluviosos de su estadía los llevó a jugar inventando historias de terror. Esto inspiró a Mary Shelley a escribir Frankenstein; a Polidori a narrar "El Vampiro", un breve cuento que marcó el estereotipo del vampiro atractivo y frío; y a Lord Byron a crear un relato inconcluso que luego publicó: "A fragment of a story" (también de un vampiro). Por otro lado, en la pintura también hubo influencia; J. M.W.Turner (1775-1851), quien generaba obras convencionales, a partir del momento en que los cielos británicos y sus puestas de sol eran rojizos por la presencia de gases y partículas volcánicas, su trabajo logró una luminosidad intensa con tonos amarillos, exagerando los reflejos de la luz, lo cual lo catapultó a la fama.
El último de los volcanes indonesios famosos es el Krakatoa, que entró en erupción el año 1883. Este proceso geológico destruyó gran parte de un conjunto de islas y generó un tsunami de hasta 40 metros de altura destruyendo a más de 150 aldeas y matando a cerca de 37 mil personas. De esta erupción se han realizado varias películas, en 1933, el documental “Krakatoa”, con un afiche que decía “Terrific grandeur of world´s most treacherous inferno”. En 1968 se estrenó la película “Al Este de Java” y en el 2006 “Krakatoa: the last days”.
La historia, no solo de la humanidad, sino de la vida entera en este planeta, ha estado sujeta a lo que digan los volcanes. De las cinco mayores extinciones masivas, las actuales hipótesis indican que cuatro de ellas se habrían debido a mega erupciones volcánicas; la quinta es la conocida hipótesis del asteroide que al caer hace unos 66 millones de años terminó con los dinosaurios no aviarios.
La importancia de los volcanes es indiscutible. Además de darnos riqueza mineral, formada en sus raíces y suelos fértiles para agricultura, han permitido que la Tierra saliera de aquella época en que era una bola de nieve, hace unos 700 millones de años atrás.
Los volcanes son y serán por siempre nuestros vecinos y, si bien la mayoría de las erupciones no son del nivel de las arriba mencionadas, si conocemos su poder, lo cual nos obliga a mantener no solo una vigilancia de ellos, pero también lograr cada vez más un mayor conocimiento acerca de su comportamiento más íntimo.
Cómo escribió Will, Durant en 1946: “La civilización existe por el consentimiento de la geología, sujeto a cambio sin avisar”.