Si eres de Puerto Varas conocerás la leyenda de Licarayen, pero, ¿sabías que sigue aún con nosotros?.

No tengo muy claro si me di cuenta sola o alguien me lo dijo, pero si miras atentamente al costado derecho del Volcán Osorno, allí está ella, acostada, tranquila, con su pelo suelto que cae hacia el Lago Llanquihue, su pecho hacia el cielo, sus manos en su vientre y las piernas estiradas que te llevan hacia el resto de la cordillera.

Me gusta pensar que siempre ha estado allí, que nos cuida y protege nuestra ciudad; que solo duerme esperando la llegada de su eterno enamorado.

Te invito a que cuando estés frente al lago te des el minuto de buscarla, encontrarla y admirar su belleza, por que al menos yo, lo hago cada vez que voy.

Lorena Droppelmann Igor