• 05 de Diciembre

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Señora Directora:

En el marco de la protestas sociales y del rol protagónico que han tenido los movimientos feministas, Hogar de Cristo, causa fundada por un activista social, Alberto Hurtado, y que se desarrolló gracias a la participación fundamental de mujeres, hemos focalizado nuestros esfuerzos comunicacionales en la realidad de la pobreza femenina en Chile, con sus formas particulares de desigualdad y exclusión.

Las más pobres son mujeres que no marchan, no protestan, no hacen performances, porque están ocupadas en la cotidiana tarea de sobrevivir, y a quienes tenemos la obligación de escuchar y considerar de manera preferente. En ese sentido, los Círculos Territoriales o cabildos, donde han participado mayoritariamente pequeñas emprendedoras de Fondo Esperanza son una señal de este objetivo. Pero también nos corresponde instalar en el debate conceptos dados por hechos como “feminización de la pobreza”, detrás del cual está la pregunta ¿son “naturalmente” más pobres las mujeres que los hombres?, así como particularidades propias de las diferencias de género en el abordaje de nuestro trabajo que implican diferenciasen las políticas públicas, como lo que sucede con la residencias de protección para niños y adolescentes gravemente vulnerados en sus derechos.

En Chile –y en muchas partes del mundo- las mujeres pobres son aún más pobres que los hombres pobres. Por eso, desde el Hogar de Cristo, decidimos compartir las historias de Elba, Araceli, Alejandra, Génesis, Alex y María del Carmen, quienes han escrito cartas para que todos conozcan su realidad, porque ellas no tienen redes para hacer oír sus voces. Y lo que más necesitan es solidaridad. Y como las mujeres somos especialistas en tejer redes, los invitamos a regalarles las suyas y difundirlas entre todas y todos los que puedan sensibilizarse y ayudarlas a salir de donde están y ser vistas, oídas y consideradas.

 

Claudine Litvak, Jefa de Desarrollo Hogar de Cristo