• 19 de Abril

Sugeridos:


La pandemia Covid-19 es el dilema epidemiológico más complejo de nuestra historia reciente, por lo inesperado de su aparición, la debilidad institucional del país como consecuencia del “estallido social”, la rapidez de su avance, el desconocimiento de su naturaleza biológica y las limitaciones de las medidas disponibles.

Las autoridades se ven enfrentadas a tomar decisiones muy trascendentales, sin certeza sobre su eficacia y presionados por la legítima angustia de la ciudadanía, y muy particularmente por políticos que han visto oportunidades para priorizar sus agendas. Esta situación ha generado instancias de confusión, contradicciones y algunos errores.

Ejemplo de esto es el debate acerca de la oportunidad e intensidad de la cuarentena. Alcaldes y parlamentarios parecen competir por las cámaras con propuestas apasionadas, que no tienen evidencia de eficacia y minimizando los problemas prácticos de implementarlas en aspectos sanitarios o de alimentación, entre otros. Otro ejemplo lamentable es la mezquindad en el debate de arriendo del Espacio Riesco como hospital.

Es más, incluso algunos acusan debilidad bajo un supuesto interés por “proteger la economía”. Bien vale saber que ambos componentes simultáneos plantean enormes dilemas al momento de la toma de decisiones que pueden acompañarnos por meses o años. 

Entonces, ¿cuál debería ser nuestra actitud? Colaborar lealmente con las autoridades sin dejar de señalar claramente mejores alternativas o errores, minimizando el riesgo “que el remedio sea peor que la enfermedad”.

Esta podría ser una oportunidad excepcional para replantearnos nuestro estilo de vida, actitud ante el trabajo, familia, dinero, lujos, placeres, y muy especialmente de la legitimidad y uso del poder, y su responsabilidad de estar al servicio de los demás.

 

Dr. Manuel José Irarrázaval, director Instituto de Políticas Públicas en Salud, U. San Sebastián