• 18 de Abril

Sugeridos:

OPINIÓN: Dime lo que publicas y te diré quién eres

Por Fabián Baldovinos, Chief Operating Officer de Reprise


Cuántas veces hemos escuchado a algún amigo decir “así soy yo”, afirmando su personalidad como algo permanente e inmutable en el tiempo, sin importar las circunstancias. Suena familiar, ¿no? Todos conocemos a alguien que lo dice, incluso nosotros mismos seguramente nos hemos expresado así en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, esta afirmación está lejos de ser cierta.

 Los seres humanos somos complejos, y a lo largo de nuestra vida vivimos muchas facetas distintas de acuerdo a nuestro estado de ánimo, intereses, modas, situación económica, etc… De hecho, desde pequeños nuestra misma sociedad nos va condicionando para actuar de acuerdo a la ocasión. Básicamente nuestro día a día es una obra de teatro para la cual vamos interpretando distintos papeles dependiendo de con quién interactuamos, en dónde estamos y el objetivo en mente. Incluso los amigos con los cuales nos juntamos varían dependiendo de nuestro momento de vida y de los intereses particulares. Por ejemplo, si uno tiene amigos que les gusta salir a bailar y tomar y otros que prefieren levantarse temprano para ir a hacer deporte y que no toman, ¿quién dice que uno no puede tener lo mejor de ambos mundos? Quizá el primer grupo de amigos son del trabajo, mientras que el segundo es de la escuela. Con ambos se vivirán experiencias distintas en lugares distintos en momentos distintos. Si esto es así en la vida real, ¿por qué debería de ser distinto en la virtual?

 Facebook, Instagram, Twitter, Snap, Pinterest, y todas aquellas apps que utilizamos para conectar con amigos y personas con quienes tenemos intereses en común son distintas entre sí y a la vez similares. ¿Por qué utilizamos más de una? Pues porque complementan nuestras necesidades de conexión e interacción con otras personas. 

 La pregunta del millón es: ¿por qué mi forma de actuar, aunque similar, es distinta en cada una de ellas? La respuesta es: porque al igual que en nuestra vida en donde jugamos distintos papeles (papá, hijo, abuelo, socio, empleado, compañero, esposo, novio, amante, etc), en las redes sociales también lo hacemos, pues la naturaleza de cada una y el uso que le damos es distinto. Incluso la forma de expresarnos y el lenguaje que utilizamos cambia radicalmente. Por ejemplo, mientras que en Twitter nos comunicamos a través de texto, en Instagram utilizamos fotos y en Snap micro-video. Esto se debe no sólo a naturaleza de las plataformas sino también a las personas con quienes conectamos en éstas.

 Vale la pena recordar que somos animales sociales, y respondemos a estímulos y códigos. Nuestros intereses no son constantes en el tiempo, varían de acuerdo a estados de ánimo; lo mismo pasa con nuestras amistades, lo mismo ocurre con nuestros círculos, lo mismo sucede con las redes sociales. 

Fabián Baldovinos, Chief Operating Officer de Reprise