Patricio Arroyo Jofre
Director de Escuela de Pedagogía en Educación Física USS
Presidente del Consejo Académico Nacional de Educación Física.
Estimado director,
Este 6 de abril es el Día Mundial de la actividad física y el día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. Justamente, en estas fechas nos encontramos con un reciente análisis sobre la actividad física juvenil publicado en el Journal of Sport and Health Science que situó a los adolescentes chilenos entre los más inactivos a nivel global.
Además de preocuparnos, este estudio y esta fecha no solo nos brinda la oportunidad de reconocer el papel fundamental que desempeña la actividad física y el deporte en la promoción la salud, hábitos de vida activa, la paz y el desarrollo a nivel mundial, sino que también nos invita a reflexionar sobre la importancia de la educación física en los colegios como un componente indispensable para el desarrollo integral de los individuos.
La actividad física y el deporte son una herramienta poderosa para promover la inclusión social, fomentar la tolerancia y el respeto, así como para construir puentes entre comunidades diversas. A través de la práctica deportiva, se pueden transmitir valores fundamentales como el trabajo en equipo, la disciplina, la superación personal y el fair play, que son fundamentales para la convivencia pacífica y el desarrollo sostenible.
En este contexto, la educación física desempeña un papel fundamental, ya que proporciona a los estudiantes las habilidades y competencias necesarias para llevar una vida activa y saludable. Además de contribuir al bienestar físico, la educación física también tiene un impacto positivo en el bienestar mental y emocional de los estudiantes, al promover la autoestima, la confianza en sí mismos y la gestión del estrés. Es por ello que insto a las autoridades educativas a reconocer la importancia de la educación física en los planes de estudio de las escuelas y a garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación física de calidad.
Asimismo, invertir en infraestructuras deportivas y programas de promoción del deporte en las comunidades, aseguraría que todas las personas tengan la oportunidad de disfrutar de sus beneficios y contribuir así a la construcción de un mundo más pacífico y equitativo.
Esta efeméride, instaurada en el 2002 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos recuerda el poder transformador del deporte y la actividad física, y la importancia de promover la educación física en los colegios. Solo a través del fomento de una cultura deportiva inclusiva y accesible podremos alcanzar un mundo más justo, pacífico y saludable para todos.
