Ahora que se acerca el día del niño, creemos de vital importancia relevar la urgencia de mirar a la familia como impulsora y responsable de la felicidad y desarrollo de la infancia a través de una crianza sana, sobre todo desde la perspectiva emocional.
Nuestra experiencia desarrollando intervenciones tempranas con familias, fortaleciendo el vínculo entre cuidadores y niños a través del juego, nos ha permitido comprobar que generar espacios protegidos para encontrarse, es imprescindible.
Los adultos, cuidadores y padres, necesitan apoyo y herramientas para criar y cuidar. Como sociedad, debemos darles el soporte suficiente para lograr el mayor potencial de sus hijos.
Como fundación creemos que esta tarea es un desafío país. Y no solo para los estamentos públicos que deben ver esto como una como una inversión social y una necesidad inminente, sino también desde cada uno de nosotros. Podemos comenzar por cosas simples desde algún momento de juego elegido por cada niño, conversando sobre sus gustos e intereses o alguna acción sencilla que nos acerque mutuamente.
Para que realmente celebremos el día del niño, comencemos por fortalecer nuestros lazos familiares logrando una crianza respetuosa, especialmente los primeros años que son tan determinantes para el futuro.
Queremos niños sanos para tener en el futuro jóvenes y adultos competentes y felices.