• 03 de Octubre

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Señor director: La prohibición del uso de celulares en los colegios franceses ha levantado distintas posturas respecto de la conveniencia de dicha medida. Si bien muchos argumentos han planteado los aspectos negativos del celular en el aula —distracción por parte de los alumnos, por ejemplo—, también podríamos rescatar experiencias positivas de su uso en distintas actividades pedagógicas.

En efecto, muchas aplicaciones educativas son usadas en otros países para monitorear progreso en lectura y matemática. Record of Reading, por ejemplo, permite al profesor consignar aspectos de fluidez lectora en tiempo real y visualizar el progreso de cada alumno en su lectura oral.

Reflex math es una plataforma que se usa en forma masiva en Estados Unidos para ejercitar las habilidades matemáticas y que permite a padres y profesores saber cuánto tiempo cada alumno dedica a la ejercitación.

Otro uso interesante es el que se da mediante aplicaciones como Overdrive, que permite descargar audiolibros al teléfono y escuchar novelas u otros textos, lo que sin duda mantiene en alto la motivación lectora, especialmente, en aquellos alumnos que presentan dificultades al leer el texto impreso.

Lo que quizá estas aplicaciones hacen es trasladar el contexto de lápiz y papel en el que tradicionalmente ejercitábamos las distintas habilidades escolares a un espacio virtual más dinámico, con una retroalimentación inmediata, y con permanente incentivo y motivación. Si aquello favorece el interés por aprender, parece ser que el uso del celular en la sala de clases no siempre sería tan negativo.

 

Pelusa Orellana G.

Vicedecana de Investigación

Facultad de Educación

Universidad de los Andes