- Con 15 kilos de material 100% reciclado, siete tejedoras de Frutillar reprodujeron especies marinas para cubrir los tres metros cuadrados de las icónicas letras rojas de TEDx con el objetivo de dar protagonismo al océano patagónico chileno.
- El Encuentro TEDx Frutillar este año estará centrado en la innovación, fuertemente ligada a temas de sostenibilidad, cuidado del medioambiente, arte y educación.
Quedan pocos días para que el escenario de TEDxFrutillar vuelva a abrir el telón del Teatro del Lago y congregue a charlistas, emprendedores y más de 200 asistentes para dar a conocer grandes ideas que surgen desde la Patagonia al mundo.
Y lo primero que verán será la intervención de las letras de la señalética de TEDx, realizada a mano por siete tejedoras de la comunidad local.
Este año el foco del Encuentro está centrado en generar una instancia de concientización sobre la importancia del océano patagónico chileno, el cuidado del medioambiente y la innovación. “Tenemos que transformar nuestra relación con la naturaleza, sensibilizarnos, entender que hay un problema, pero también soluciones. Esta obra artística es un vehículo para conectar con el entorno, y para sorprenderse con las posibilidades de lo que es considerado basura” afirma Fernanda Piedra, autora de Basura Cero (ZigZag Editorial) y comisionada por KetrawaLab, a quien se le pidió buscar una comunidad que pudiera llevar a cabo esta inspiración.
Fue así como se llegó a TejeFruti, la comunidad de tejedoras más grande de la cuenca del Lago Llanquihue, quienes asumieron el desafío de tomar un pasado desecho para lazada tras lazada, punto tras punto, hebra tras hebra, convertirlo en un resultado inspirador.
Mediante la técnica del crochet, recreando diferentes elementos del mar patagónico como algas, bivalvos, corales, pólipos y picorocos intervinieron la señalética que estará en los escenarios de Frutillar en noviembre. “Estamos muy orgullosas de participar en este innovador proyecto, el cual nos permite visibilizar el trabajo de las tejedoras de la zona y poner en valor este arte tan nuestro que se niega a morir. Esta obra demuestra que cuando diversos actores de nuestro tejido social se unen de manera colaborativa en torno a un fin en común, grandes cosas suceden. Agradecemos KetrawaLab por esta única y especial invitación, a Fernanda Piedra por proponernos como ejecutoras y a Fundación PLADES por su apoyo”, señaló Anita Reus, vocera de la comunidad.
El proyecto que tomó más de 500 horas en confeccionarse, empleó como materia prima un hilo reciclado de Ecocitex, una marca nacional pionera en la fabricación de hilados a partir de descartes textiles, y se empleó una paleta de color basada en la realidad de la naturaleza. La propuesta artística está inspirada en el trabajo “Coral Garden” de la portuguesa Vanessa Barragao.
A través de un código QR disponible en el lugar de montaje de la señalética en el Teatro del Lago, el público del evento, así como a la comunidad local y turistas en la zona, podrán aprender acerca de las diversas formas de vida del fondo del mar representadas en la intervención, que prestan distintos servicios ecosistémicos, como proporcionar alimento, la regulación de procesos biológicos y ambientales esenciales, como por ejemplo la captura de carbono, además de permitir los ciclos de vida de especies marinas, la protección de las costas, la purificación del agua, y la estabilización del clima del planeta.
Desde el inicio de la intervención, TejeFruti fue apoyado por Fundación PLADES, organización sin fines de lucro que trabaja fomentando y articulando la colaboración para orientar la consolidación de Frutillar. Margarita Gross, su coordinadora y diseñadora textil de profesión, jugó un papel fundamental al acompañar y guiar en todo el proceso a la comunidad de TejeFruti y a su vez, desarrollar el diseño y propuesta creativa de la pieza, es decir llevar al papel la idea conceptual del proyecto.
Se espera que para el año 2050 exista más plástico que peces en el mar. La creciente producción y uso desmedido del material proveniente del petróleo amenaza con contaminar cada rincón del planeta, especialmente los océanos. Paralelamente, según las proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, se necesitarán 30 millones de toneladas adicionales de productos acuícolas para el consumo humano durante la próxima década. Lo anterior puede ser una fuente importante de crecimiento económico para Chile, y sobre todo para la región de Los Lagos, y exige como base un cuidado responsable del ecosistema marino para dar alimento a las personas en cualquier parte del mundo.