Cumpliendo un anhelo de largos años, y en el contexto de las restricciones propias de la crisis sanitaria, el destacado músico frutillarino Patricio Muñoz pudo concretar una de sus más sentidas aspiraciones, al participar en el taller que cada año realiza en Hawaii, Estados Unidos, el consagrado guitarrista Ben Verdery.

Muñoz, quien tiene una larga carrera como guitarrista clásico, cuenta que conoció el trabajo de Verdery en su época de estudiante, y desde entonces buscaba la oportunidad de viajar hasta Hawaii para participar en la clase magistral que Verdery realiza cada año, y a la que postulan músicos de todo el mundo. Este año, y debido a la pandemia del COVID-19, la clase magistral de Verdery se realizó en línea, lo que permitió al músico frutillarino salvar el obstáculo de los costos de traslado y logística. En ese sentido, Muñoz explica: “Con respecto a la conexión, claro que sí, porque si no, probablemente nunca habría podido viajar y conocer a esta gente. La posibilidad de lo remoto, de lo online, permite eso, cumplir estos sueños de conocer estos mundos y derribar las fronteras, las distancias y el tiempo”.       

Al ser seleccionado, el músico frutillarino pudo compartir y mostrar su arte y nivel interpretativo ante una audiencia compuesta por alumnos de distintas edades y países, así como por destacados exponentes de la interpretación en guitarra, como es el caso del reconocido músico Julian Gray. Muñoz explica que en su caso optó por interpretar creaciones de compositores chilenos, recibiendo muy buenos comentarios y críticas por parte de la audiencia y maestros. Tras esta experiencia, Muñoz explica que más allá del reconocimiento e impulso a su carrera que significa haber participado del taller, importa ponerse al servicio de la música: “El jefe o la disciplina es la música, es y siempre va a ser lo más importante. Más importante que la foto del disco, que tocar en un teatro, o más importante que te llamen y digas que eres famoso, lo más importante siempre va a ser la música”.  

Patricio Muñoz se desempeña actualmente como profesor de música del Instituto Alemán de Frutillar, y es un activo colaborador de las Semanas Musicales de Frutillar. En estos días, prepara el lanzamiento de su segundo disco solista, en el que recoge creaciones de autores chilenos y composiciones propias interpretadas en guitarra clásica, y que se inspiran en el relato ancestral de la creación del lago Llanquihue.