A través de un innovador programa de educación inicial busca empoderar a los padres como los principales facilitadores del aprendizaje de sus hijos. La tan anhelada educación de calidad parte en casa y para ello se necesitan padres o adultos responsables que comprendan el valor de leer un cuento y jugar con sus hijos en vez, de por ejemplo, exponerlos a horas de celular o televisión.
Si bien nuestro país ha avanzado en materia de educación, tiene aún una deuda pendiente en la primera infancia. En la actualidad el 60% de los niños de tres años no asisten al jardín infantil[1], ya sea por decisión de sus padres o por falta de cobertura y acceso, quedando de esta forma muchas veces al margen de salas cuna o jardines infantiles. “Si a eso le sumamos la falta de herramientas que tienen muchas veces las familias para estimular a sus hijos, el resultado es que desde los primeros años de vida el futuro de ese pequeño (a) esté marcado por la desigualdad y la falta de oportunidades” señala Anne Traub Modinger, Directora Ejecutiva de la organización.
Fundación Niños Primero decidió hacerse cargo de este diagnóstico y trabajar para que todos los niños en Chile tengan la misma base de oportunidades. A través de su programa de educación inicial “Padre-Hijo en Casa”, trabajan para desarrollar habilidades tanto cognitivas como socioemocionales en niños de 2 años y en sus padres, quienes aprenden a estimularlos de manera correcta y entretenida.
Desde el mes de julio comenzaron a trabajar junto a sus monitoras 25 familias en los sectores de Nueva Braunau, Sector Casino Viejo y Puerto Chico, quienes conforman la primera generación en la región de Los Lagos, gracias al aporte de la empresa local Kura Biotec quienes a través de su Programa de Retribución -Give Back – buscan contribuir a la comunidad donde están insertos.
Durante dos años las monitoras de la Fundación asistirán dos veces a la semana a las casas de las familias que participan en el programa y realizarán una sesión que se organiza a partir de un libro o juguete didáctico que les entrega. A través de simples estrategias, la monitora va modelando la interacción que se genera entre el padre y su hijo (a) y de paso les enseña qué tipo de habilidades y conocimientos pueden obtener a partir de su propuesta.
Para desarrollar este programa de educación inicial Fundación Niños Primero trajo a Chile el modelo de “Parent-Child Home Program” (PCHP)[2] organización que lleva más de 50 años trabajando con familias de escasos recursos en Estados Unidos, con excelentes resultados que han sido evaluados y reconocidos por la prestigiosa New York University (NYU).
Actualmente Niños Primero trabaja en las comunas de Cerro Navia (RM); Panquehue (V); Renca; Curacaví y Puerto Varas, alcanzando así un total de 200 familias atendidas el 2018.
“Estamos buscando llegar a diferentes comunas del país, porque estamos convencidos de la importancia de descentralizar los esfuerzos públicos como privados para mejorar la educación de los niños y niñas de nuestro país” señaló Anne Traub Directora Ejecutiva de Niños Primero.
