• 23 de Abril

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Hace 7 años con motivo de la celebración de la primera versión del Carnaval del Sur en Puerto Varas, el artista boliviano residente en Puerto Varas, Jaime López, creó la escultura llamada “Licarayén”, ubicada en el sector norte de la costanera puertovarina conocido como La Puntilla, la cual se ha convertido en una de las más bellas postales de la ciudad, visita obligada de turistas y locales y protagonista de las imágenes icónicas de nuestra ciudad.

Sin embargo, desde que fue creada y puesta en el lugar que hoy ocupa, esta monumental escultura de 7,5 metros de altura y 1.500 kilos de peso, no ha tenido nunca una mantención y ya da muestra de fatiga de algunos de los materiales. Además, algunas de las personas que la visitan han comenzado a poner candados en su estructura -costumbre heredada desde otros lugares- lo cual le agrega peso y acelera la oxidación de la pieza escultórica.

Es así que su creador, Jaime López, preocupado por el deterioro de la estructura y el peligro que podría representar para la comunidad comenzó en la jornada de ayer a hacer algunas reparaciones para llamar la atención de las autoridades sobre la urgencia de revisar, reparar y mantener esta estructura.

Al respecto López señaló: “Estoy haciendo la mantención del mosaico que está en la base, que estaba dañada en ciertas partes y ya se completó la cerámica dañada, además de la limpieza del área. Luego continuaré con la soldadura de las piezas que se han caído y ver la posibilidad de aumentar el metal en los lugares que están dañados. Hay mucho óxido y puede ser que con el tiempo tenga una fatiga y colapse la escultura”.

“Esta es una mantención que no puedo hacer solo y requiero materiales, hay piezas que se han caído que hay que reemplazarlas. Se le está cayendo el pelo hecho de barras de metal que podrían ser peligrosas ya que podrían caer sobre alguien”.

El artista señaló la necesidad de que el municipio se haga cargo de las revisiones periódicas que requiere este tipo de infraestructura y del gasto en materiales y mano de obra que este trabajo significa.

“La reparación toma 15 días por lo menos y requiere ayuda y materiales -declaró López-. Yo estoy haciendo lo que puedo porque es urgente hacerle una mantención y pido que la gente no le ponga más candados porque le agrega peso hacia la estructura y se llena de óxido”.

“Entiendo que el poner candados es una forma en la cual la gente se relaciona con la escultura, pero quizás se le puede poner una baranda para que las personas pongan los candados y puedan seguir con esta práctica”.

Recordemos que hace un tiempo atrás el artista Jaime López reclamó esta escultura como propia señalando que su trabajo no había sido apropiadamente recompensado y siguió un juicio contra el municipio, el cual perdió y la justicia señaló que “Licarayén” era propiedad de la ciudad.

Así también, López ha enviado desde hace más de un año cartas al municipio señalando la urgencia con la cual “Licarayén” requiere una reparación, pero no ha sido escuchado por lo que decidió iniciar por su cuenta la reparación de su creación y así evitar un posible accidente.