• 25 de Abril

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La última semana de clases en el Colegio Germania del Verbo Divino estuvo marcada por dos actividades que de a poco se han ido incorporando y ganando un espacio en las líneas educativas del establecimiento lacustre: la música y las jornadas de esparcimiento al aire libre como parte del proceso de aprendizaje.

Este año el colegio amplió hasta 7º el programa “Un niño, un instrumento”, que se inicia en primero básico, y que consiste en que todos los estudiantes, en el contexto de la asignatura de Educación Musical, aprenden a tocar un instrumento: flauta dulce, flauta traversa, violín, viola, violonchelo o trompeta. Este proyecto se puso en marcha el 2016, diseñado con el afán de incrementar el potencial cognitivo de los niños y jóvenes, además del desarrollo del razonamiento lógico, de la motricidad fina, el apego a valores formativos, la ampliación de conocimientos y formar el gusto por la música. Todo esto por medio de la ejecución de un instrumento de carácter docto, lo que hace que el aprendizaje de la música sea más significativa para los alumnos.

Al alero de este proyecto nació el Taller de Orquesta y se fortaleció el ya existente de Banda Instrumental, que este año han experimentado un significativo desarrollo y han podido presentarse en diversos actos institucionales, como la Licenciatura de los Cuartos Medios, el Día del Profesor, o la Velada Folclórica. Igualmente, ofrecieron un Concierto de fin de año para toda la comunidad escolar.

En tanto, la última semana antes de las vacaciones, todos los alumnos de 1º a 7º básico participaron en una muestra general, ejecutando con su respectivo instrumento diferentes piezas musicales aprendidas en clases. El próximo año el proyecto se implementará también en 8vo básico.

 

Cerro Philippi como escenario de aprendizajes

En cuanto a la jornada recreativa, según explican en el colegio, “ésta se concibe como una instancia más de aprendizaje, que aporta a la educación y a la formación, sobre todo el juego al aire libre”. En este contexto, los estudiantes realizaron una caminata hacia el Cerro Philippi, lugar en el que se prepararon ocho estaciones de juegos por las que rotaron todos los cursos. Junto con estos, hubo también actividades deportivas y ecológicas, aprovechando el entorno natural que permite la observación de flora y fauna.

Los alumnos fueron acompañados por sus profesores jefes, los docentes de Educación Física, y un importante grupo de funcionarios del Colegio.

Esta jornada de esparcimiento, realizada como cierre del año escolar, fue disfrutada por todos los alumnos, grandes y chicos, que pudieron terminar su período de clases de una manera más lúdica, compartiendo con sus pares y sus profesores.