• 19 de Abril

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Carolina Astorga era una podóloga que llegó a Puerto Varas hace 8 años a instalar su consulta en el centro comercial Don Salvador, la cual trabajó con mucho éxito, llenándose de pacientes que acudían a embellecer o tratar sus pies.

Pero Carola Astorga no era feliz, se sentía diferente a los demás y no sabía qué era lo que sentía, sólo sabía que no se sentía cómoda siendo mujer, que cuando niña jugar a las muñecas y ponerse vestido no la hacían sentir bien....prefería subirse a un árbol o jugar a las bolitas. En la adolescencia trató de encasillarse y se definió como lesbiana, con el apoyo de su madre que le dijo que siempre la iba a amar no importando lo que fuera, y el apoyo de su familia.

Y el año pasado, el 2017, a los 37 años, Carola pasó por una crisis sentimental, que también se convirtió en una crisis laboral y que la llevó en Julio del año pasado a asistir a una reunión con sus ex compañeras de básica en Santiago buscando apoyo, reunión en la cual Carola toma fuerzas para empezar el camino de su cambio final y convertirse en quien ya era: Benjamín.

“Todo el tiempo desde que tengo uso de razón supe que era hombre, pero no sabía cómo se llamaba lo que yo sentía, porque sentía algo diferente pero no sabía que era transexual, que era transgénero, pero sí que era diferente a los demás y traté de encasillarme en alguna  parte y me encasillé en las lesbianas, pero no era, porque las lesbianas son mujeres que les gustan las mujeres y yo descubrí que tuve que aprender a ser mujer, que era un hábito porque veía a mi mamá. Igual me catalogaron como “Juanita Tres Cocos” porque era amachada y mi mamá lo asoció a que yo tenía puros hermanos y es que en ese tiempo no se sabía nada....”

Y Benjamín buscó ayuda en la Fundación Renaciendo, a través de Elisa Franzani (info@fundacionrenaciendo.org) quien le dio las pautas para ver qué camino tomar para que su cuerpo se pudiera transformar en el cuerpo del hombre que siempre había sentido ser.

“Si me preguntas porque no lo hice antes -relata Benjamín - fue por el miedo al que dirán, en lo que yo hago aquí (podología) atiendo de todas las edades y tenía miedo al rechazo, y la verdad es que nunca sentí rechazo, ni siquiera cuando se suponía que yo era lesbiana, pero era todo algo de mi mente, ya que todos, desde los más viejitos, me han felicitado y lo toman como si nada, como si no es tema y me felicitan y me dicen “por fin vas a ser feliz” y la gente sabe más del tema transgénero y no lo asocian con la homosexualidad”.

Así que hizo cita con una endocrinóloga – a quien le llevó todos los exámenes requeridos gracias a la orden emanada de una amiga doctora – “así que llevé los exámenes listos y yo ya tenía el certificado que acreditaba que yo era transgénero con un psicólogo, porque todo esto es con sicólogo, siquiatra, endocrinólogo, ginecólogo y fue lo más maravilloso de la vida cuando me estaba haciendo la receta (para la testosterona) ya que yo lo veía tan lejano. Mi cuerpo empezó a cambiar brutalmente, se me enanchó la espalda, el cuello, los brazos, pelo por todos lados, pero lo que sí me embarró y creo que nos ha pasado a todos los transgéneros es el carácter, porque cambia con la testosterona, es como que tuvieras el diablo adentro y una cosa chiquitita lo haces gigante...por eso es que los hombres son buenos para pelear, y en el momento no ves nada,  te vas a negro y después como weon pidiendo disculpas. Ya llevo nueve meses con testosterona y puedo manejarlo un poco más”.

“Hace tres semanas me hice la mastectomía en la Clínica Puerto Varas con el equipo del Dr. Urenda y próximamente me haré una histerectomía (extirpación de útero) en Osorno, porque me está haciendo cortocircuito el útero y, a fin de año, me voy a hacer una metoidioplastía, porque con la testosterona crece todo -incluyendo el clítoris...muchos dicen que somos la raza perfecta, que tenemos lo mejor de los hombres y lo mejor de las mujeres, entonces, ¿qué mejor?, sobre todo en la parte sexual ya que sabemos como se siente una mujer, se donde tocar qué hacer, entonces yo con lo que tengo no tengo ningún drama”....Como verán Benjamín es todo un hombre.

 

METOIDIOPLASTIA

La metoidioplastia o metaidoioplastia es una técnica que aprovecha el crecimiento que produce la testosterona en el clítoris. Se libera el clítoris del ligamento que lo sujeta en su posición, consiguiendo colocarlo en la posición natural de un pene. Se puede utilizar tejido de los labios menores para darle más grosor. Además, se puede realizar una uretroplastia (alargamiento de la uretra) para poder orinar de pie a través del pene, una escrotoplastia (creación de escroto e inserción de implantes testiculares), vaginectomía (normalmente colpocleisis: extirpación de la mucosa vaginal, fusión de las paredes y cierre de la apertura) y resección del pubis (liposucción y estiramiento de la piel del pubis para hacer más visible el pene y moverlo más hacia delante).

El resultado final dependerá del tamaño del clítoris antes de la operación, de la anatomía del paciente, y de la técnica del cirujano.

Fuente:transexualidadftm.blogspot.com