• 19 de Abril

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A raíz de una carta denuncia que llegó a la oficina de redacción de El Heraldo Austral respecto que el “lomo de toro” instalado en la entrada sur de Puerto Varas no cumplía con entregar la seguridad vial para la cual fue instalado, consultamos con el Seremi de Transporte de la Región de Los Lagos, Nicolás Céspedes, para conocer su opinión al respecto y nos señaló, para nuestra sorpresa, que ninguno de los reductores de velocidad (lomos de toro) instalados en las vías de la ciudad de Puerto Varas cumplen con ninguna normativa.

La normativa que rige la instalación de los “Reductores de Velocidad” en el país, es el decreto 200 promulgado el 16 de diciembre 2011 que “Reglamenta Resaltos Reductores de Velocidad”.  Señala la normativa en su artículo 5º, “que para que dichos elementos resulten eficaces y contribuyan realmente a la seguridad de tránsito, sin generar efectos adversos tales como daños a los vehículos y al entorno, su instalación, diseño y señalización, debe cumplir con requisitos y estándares predeterminados…”.

Señaló el Seremi Céspedes: “Esa solución – refiriéndose al lomo de toro de la salida sur de la ciudad- que se dio como reductor de velocidad está fuera de norma, no cumple con la normativa que tenemos en el ministerio, así como ocurre con todos los reductores de velocidad que existen en la comuna. Ninguno cumple las normativas y hemos oficiado al municipio, e incluso los pasos de cebra están normados y ellos pintaron, sin autorización de nadie y en una forma extraña y no cumplen la función de seguridad que está en la norma de tránsito”

“Hemos enviado varios oficios desde el 2018. Oficiamos a Puerto Varas y a Llanquihue y, en especial, desde Puerto Varas pidieron los taxis colectivos una reunión a través de la ley del lobby, quienes son los más afectados porque pasan por las calles todos los días y pasan por reductores de velocidad que no cumplen con ninguna normativa, entonces, se echan a perder los vehículos, tienen problemas de repuestos. Por algo hay una normativa, hay una pendiente, una distancia, un ángulo, hay una forma y un diseño determinado en un manual de cómo se construyen los reductores de velocidad y qué tipo de reductor hacer para qué tipo de vía, si es troncal, si es local. No puede llegar alguien y poner en la calle lo que sea”.

Luego de la reunión con los colectiveros de la ciudad se le pidió un informe a CONASET para “evaluar el cumplimiento de norma de los reductores de velocidad del tipo “Lomos de Toro”, instalados en calles; San Ignacio nº 1080, García Moreno nº52 e Imperial nº210 y nº561”.

El estudio de fecha septiembre del 2019 arrojó como resultado que los “reductores de velocidad” se encuentran en deficiente estado de conservación y las vías públicas mencionadas requieren de la habilitación de facilidades peatonales que permitan que los transeúntes puedan cruzar la calzada en adecuadas condiciones de seguridad y movilidad”.

Las recomendaciones fueron las siguientes:

Calle San Ignacio nº1080: requiere un cruce peatonal y reductor de velocidad de tipo acera continua en reemplazo del actual reductor de velocidad tipo “Lomillo”.

Calle García Moreno nº 52: requiere un cruce peatonal y reductor de velocidad de tipo acera continua en reemplazo del actual reductor de velocidad tipo “lomillo”.

Calle Imperial nº 210: requiere retiro del reductor de velocidad tipo “lomillo”.

Calle Imperial nº 561: requiere un cruce peatonal y reductor de velocidad de tipo acera continua en reemplazo del actual reductor de velocidad tipo “lomillo”.

Adicionalmente, hubo otro estudio vial hecho en Altos de Puerto Varas por petición ingresada vía OIRS al Ministerio de Transporte que señaló: “de acuerdo a inspección visual realizada por el Coordinador regional de CONASET al lugar denunciado, se ha constatado que todos los elementos de seguridad vial instalada en las vías locales están fuera de normativa. Por lo cual, se solicita normalizar la instalación de reductores de velocidad, señalética y demarcación correspondiente a los señalado en el Manual de Señalización de Tránsito y en los Decretos 200, Decreto 202, etc.”

Todos estos estudios fueron oficiados al municipio de Puerto Varas que, hasta el momento, ha hecho oídos sordos y los “lomos de toro” siguen sin cumplir ninguna normativa.