El pasado mes de octubre las Remadoras Rosas de los Vientos, grupo de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama de la zona que se unieron en un grupo de remo apadrinado por el Club Viento Sur de Llanquihue, participaron en el Segundo Festival de Bote de Dragón en Chile, realizado en la Laguna Carén en la Región Metropolitana, encuentro organizado por el equipo Fortale-Senos Chile (Santiago), en alianza con el instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás y con el apoyo de la Embajada de la República Popular China.
En esa ocasión y gracias a las gestiones del equipo Fortale-Senos y la Embajada China, a nuestras representantes de la Región “Remadoras Rosas de los Vientos” les fue donado un Bote Dragón el cual llegó hasta las instalaciones de Pichilaguna del club Viento Sur esta semana y fue recibido con mucha alegría y emoción por las intregrantes de Rosas de los Vientos.
Cabe señalar que el traslado de esta embarcación que mide 14 metros de largo y pesa más de 250 kilos fue posible gracias a la desinteresada colaboración de Carlos Paredes (Transporte Paredes) quien ofreció gratuitamente el traslado del bote desde Laguna Carén hasta Llanquihue, donde fue recibido con globos y vítores.
“Remadoras Rosas de los Vientos” está conformado por 37 participantes y todas reman con el mismo fin, prevenir el Linfedema, producto de la extirpación de ganglios linfáticos. Además, de crear una red de apoyo y contención entre todas.
“Invitamos a quienes hayan vivido o estén viviendo el proceso del cáncer de mama a ser parte y sobre todo a quienes quieran apoyar en el crecimiento de la agrupación, esperando beneficiar a más Supervivientes de la Región” destacó la Presidenta de las Rosas de los Vientos, Mariana Fernández. @remarosasdelosvientos
¿Cómo nacieron las remadoras rosas?
En 1996 el canadiense Dr. Don McKenzie, eligió el remo en bote dragón como una estrategia de rehabilitación. Entrenó a veinticuatro voluntarias de cáncer de mama durante tres meses y les enseñó técnicas de remo. Al final de la temporada de tres meses en el agua, ninguna de las voluntarias tenía linfedema. Donde además el compañerismo, el acompañamiento y las vivencias comunes afiatan a estas mujeres que remando se rehabilitan.
A nivel Nacional, esta disciplina surge en Santiago y se propagó rápidamente por todo el país, incluyendo la Región de Los Lagos donde el grupo de Remadoras Rosa practica en Pichilaguna, gracias a la infraestructura y botes del equipo de remo Viento Sur de Llanquihue.





