• 18 de Abril

Sugeridos:


Grandes, pero sobre todo chicos, son los invitados a participar de las experiencias creativas de Casa Maquis. Este laboratorio de cocina ubicado en Frutillar, permite un viaje por las estaciones del año y los sabores locales, siempre desde la mirada de integrar la ciencia al mundo culinario

Su dueña, Macarena Cáceres, es Licenciada en Física e Ingeniera Física de profesión. Sin embargo, dentro de esos laboratorios, siempre sintió que algo le faltaba. Su amor por la ciencia se completó cuando vino a vivir al sur y encontró lo que buscaba: formar un laboratorio creativo.

“Dentro mío llevo una maestra de vocación”, nos cuenta desde una cocina perfectamente conectada con la estación que estamos despidiendo. Manzanas, olores, flores y todos los detalles nos sitúan en el invierno que se aleja dando paso a las incipientes señales primaverales.

“Partí haciendo producción de recetas, como tortas, pero hoy mi trabajo está en hacer talleres donde se integra la ciencia, el medioambiente y la cocina, desde una perspectiva saludable”. Macarena asegura que esa mirada, el “empaquetamiento de este producto”, fue gracias a la escuela del Programa Territorial Integrado (PTI) Lago Llanquihue Destino Creativo que impulsó Corfo y del que forma parte.

La iniciativa articulada por Corfo busca exactamente eso: apoyar a emprendedores de las áreas de la Cuenca para la generación de experiencias creativas que posicionen a zona como un Destino Creativo, de esta manera “buscamos poner en valor a las industrias como la gastronomía, la música, lo audiovisual y las artesanías, con la intención de convertirlo en un verdadero movimiento de economía naranja”, complementa Rodrigo Carrasco, director de Corfo en Los Lagos.

Niños todo el año, adultos de temporada

El diseño de la experiencia en Casa Maquis, ubica a los niños y niñas en un lugar protagónico. Sus talleres, abiertos entre los 6 y 12 años, buscan, por un lado “acercar a las niñas a la ciencia, mientras se rompen las barreras de género en la cocina”, comenta Macarena.

“Son talleres que organizo en torno a las estaciones. Les enseño recetas propias de cada una de ellas, donde todos los elementos que utilizamos tienen que ver con los que se producen en este momento del año. Así, privilegiamos lo local, pero también vamos al rescate de la memoria, siempre con el foco en el consumo sostenible, responsable, donde aprender a guardar forma parte del aprendizaje”, agrega.

Por ejemplo, en los talleres de invierno, les enseñó a preparar un Lemonie, un brownie de limón, donde usaron todas las partes, incluso aprendiendo a confitar las cáscaras, pensando en los stollen que vendrán para la navidad.

Los adultos, en tanto, tendrán su oportunidad en verano. La experiencia para ellos se inicia con la recolección de arándanos, cerezas, flores que crecen en campos cercanos al laboratorio. Después, ya en la cocina, preparan lo que con sus manos tomaron y aprenden, al igual que los más pequeños, de la importancia de situarse en el rescate territorial de los alimentos, algo que nos permita comer más conectados a nuestra tierra.

“Todos están invitados a Casa Maquis. Hacemos la difusión a través de nuestras redes sociales y hoy tenemos abierta la inscripción para los talleres de niñas y niños. Algo maravilloso que ocurre en ellos, es que llegan de todos lados, aportando a la cohesión, haciendo conexiones y formando hermosas relaciones entre ellos”, concluye Macarena Cáceres.

Publicación financiada por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional.