• 19 de Abril

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Virus Hanta: sepa identificar si pudo adquirir la enfermedad

Aunque sus síntomas son parecidos al resfrío, hay que considerar exámenes de sangre como hemograma la evolución del paciente aspectos y/o reconstruir los lugares visitados, entre otros aspectos.


La sequía que está viviendo nuestro país no sólo está afectando la falta de agua para consumo humano y animal, la producción de alimentos o el ecosistema en sí, sino que también posibilitaría un problema que, de no ser detectado a tiempo, podría tener graves consecuencias para la salud: Hablamos del virus hanta.

Esto, porque los roedores que transmiten la enfermedad se acercarían más a lugares poblados en busca de comida y líquido, y por ende, llegar cerca de los hogares.

Tener precauciones y saber a qué estar alerta es fundamental. En términos médicos, hay distintas manifestaciones clínicas que indican cuándo alguien se contagió de la enfermedad y muchos de sus síntomas son similares al de un resfrío. Por ello, saber a qué estar atento es esencial para no demorar una atención o caer en la paranoia. 

El director de la Escuela de Medicina de la U. San Sebastián, Franco Utili, puntualiza que lo primero a considerar es la prevención, es decir, “mantenerse alejado del contacto con roedores: hay que evitar su ingreso a la vivienda, tapando orificios y cavidades por donde pudieran entrar; mantener alimentos y agua fuera del alcance de los roedores almacenándolos siempre en envases que estén sellados y herméticos; y desratizar galpones y bodegas, mantenerlas ventiladas y ordenadas, sin materiales de desecho, además de mantener el exterior de las casas libres de maleza y basura”.

Destaca que si hay que entrar a alguna habitación que haya estado cerrada por mucho tiempo, “ventile por lo menos media hora antes de ingresar y luego rocíe el suelo con agua clorada. Limpie y barra el piso, ojalá usando una mascarilla durante este proceso”.

El urgenciólogo hace hincapié también en que los síntomas iniciales del hanta “son muy parecidos a un cuadro gripal como fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza y problemas digestivos (náuseas, vómitos o diarrea). Si esto se asocia, además, a antecedentes de riesgo de contacto con roedores (excursión o trabajo en áreas rurales, visitar residencias que han estado mucho tiempo cerradas, trabajo de desmalezado o limpieza de casas o bodegas deshabitadas), hay un riesgo elevado de que pudiera estar sufriendo esta enfermedad. Un dato importante: si hay congestión nasal y/o dolor de faringe es muy probable que se trate de gripe y hanta”.

Finalmente, Utili destaca que “si presenta fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza y problemas digestivos, sin congestión nasal o faríngea, es preferible consultar a un servicio de urgencia para aclarar las dudas”.