• 10 de Diciembre

Sugeridos:


El repentino aumento de empleados, estudiantes, maestros y muchos otros profesionales que trabajan desde casa está impulsando una gran demanda de videoconferencias, herramientas de colaboración en línea y sistemas de chat. ESET Latinoamérica, compañía líder en la detección proactiva de amenazas, analiza los riesgos de seguridad que esto implica y cómo superarlos.

El 11 de marzo, Kentik, operador de red con sede en San Francisco, informó un aumento del 200% en el tráfico de video durante las horas de trabajo en América del Norte y Asia, y esto fue antes de que entrara en vigencia la cuarentena obligatoria en California y otros puntos. Hace unos días, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, compartió una foto de él mismo presidiendo una reunión de gabinete a través de la aplicación Zoom, demostrando el distanciamiento social incluso en los niveles más altos del gobierno.

Si una reunión del gobierno del Reino Unido está autorizada a llevarse a cabo en línea utilizando una herramienta de videoconferencia gratuita, las empresas que se han visto forzadas a tener que adaptarse rápidamente a que los empleados trabajan desde su casa probablemente puedan hacer lo mismo con cierta confianza. Sin embargo, desde ESET aclaran que esto no alivia la necesidad de comprender las características de seguridad de la herramienta y la necesidad de controlar cómo se lleva a cabo una videoconferencia utilizando las herramientas disponibles.

 

Algunas consideraciones clave:

Ambiente de trabajo: Verificar el entorno para asegurarse de que la transmisión de video que comparte no contenga información confidencial, asegurarse que todo el material sensible esté lejos del alcance de la cámara.

Control de acceso: La mayoría de las plataformas de videoconferencia permiten la capacidad de restringir el acceso por dominio de Internet, de modo que solo los usuarios que cuenten con una dirección de correo electrónico perteneciente a su empresa puedan unirse a la llamada. Alternativamente, solo permita a los asistentes invitados agregar sus direcciones de correo electrónico a la invitación al programar la llamada.

Establecer una contraseña para la reunión. Generalmente esta es una opción que se ofrece al crear la reunión, que agrega una contraseña generada aleatoriamente que los invitados deberán ingresar para acceder a la misma. Se puede usar una contraseña numérica para autenticar a los usuarios que se conectan por teléfono. Mantener a los participantes en una “sala de espera” y aprobar la conexión de cada uno le da al anfitrión el máximo control sobre quién está en la reunión. Para manejar esto en reuniones más grandes, puede promover a otros asistentes de confianza a un rol de organizador o moderador.

Comunicaciones y transferencia de archivos: Algunos servicios cifran el chat de manera predeterminada, pero no el video, a menos que lo solicite específicamente. Si el software cliente de punto final de terceros lo permite, asegúrese de que cumpla con los requisitos para el cifrado de extremo a extremo.

En caso de realizar transferencias de archivos, considerar limitar los tipos de archivos que se pueden enviar; por ejemplo, no permitir archivos ejecutables (como archivos .exe).

Gestionar el nivel de compromiso y los participantes: El anfitrión, dependiendo de la plataforma, puede tener la capacidad de solicitar una notificación cuando el usuario a través del cual se está realizando la videoconferencia no sea la ventana principal (activa). Si se es profesor, esta función puede ser extremadamente útil si desea garantizar la atención de todos sus alumnos. También se permite, supervisar quién se unió a la llamada, ya sea estableciendo un proceso de registro para conectarse o descargando una lista de los participantes posterior a la llamada.

Compartir pantalla: Limitar la capacidad de compartir pantalla al anfitrión elimina la posibilidad de que alguien comparta contenido por error. Además, al compartir la pantalla, compartir solo la aplicación necesaria, a diferencia de todo el escritorio.

El iOS de Apple realiza capturas de las pantallas utilizadas cuando la tarea cambia entre aplicaciones. Para protegerse contra esto sin darse cuenta, incluida la captura de información confidencial, verificar si el sistema de conferencia puede difuminar esta imagen.

Prevención: Tomarse el tiempo para revisar las opciones de configuración que ofrece el sistema de videoconferencia que se tenga o que se esté pensando usar. Suelen ser muchas las opciones, por lo que encontrar la configuración correcta para el entorno es una tarea importante que sirve para garantizar que las comunicaciones de la empresa permanezcan seguras.

Es importante además verificar la política de privacidad del servicio que está utilizando. El dicho de que “si es gratis, probablemente seas el producto” debería ser suficiente motivación para comprobar si la empresa está recopilando, vendiendo o compartiendo nuestros datos para financiar la prestación de su servicio “gratuito”. Como siempre desde ESET recomendamos estar atentos antes posibles engaños, mantener los sistemas actualizados y contar con una solución de seguridad confiable tanto en equipos de escritorio como en dispositivos móviles para disfrutar de la tecnología de manera segura”, agrega Camilo Gutiérrez, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.