• 19 de Abril

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¿Qué implica para una persona vivir con afasia?

Se estima que 2 millones de personas en el mundo padecen este trastorno del lenguaje y la comunicación. Un accidente cerebrovascular o una demencia pueden desencadenarlo.


Cada 28 de junio se conmemora el Día Mundial de la Afasia, que busca generar conciencia sobre lo que significa para una persona padecer este trastorno del lenguaje y la comunicación.

Paulo Prieto, académico de la carrera de Fonoaudiología de la Universidad San Sebastián explica que este trastorno es causado “a partir de un daño cerebral como un accidente cerebrovascular o en caso de una demencia. La afasia es un signo de lo que se produce en los daños cerebrales, es decir, viene a ser una consecuencia y puede afectar tanto la comprensión del lenguaje como su expresión. En otras palabras, la capacidad de producir lenguaje y a la vez comprender lo que se escucha o se lee”.

¿Cuáles son los tipos más comunes de afasia?
Lo que más caracteriza a la afasia es la anomia, que es la dificultad para encontrar o decir los nombres de las cosas, los objetos y las personas. Sin embargo, ocasionalmente si puede decir para que sirven y cuáles son sus características. Existen varios tipos de afasia. Las más comunes son la afasia de broca que implica tener dificultades en la expresión. Son personas que hablan muy poco y tienden a expresar muy pocas palabras. Otro tipo es la afasia de Wernicke donde existen muchas dificultades comprensivas. Además, está una afasia global que reúne a ambas dificultades y limita fuertemente la comunicación.

¿Cómo se manifiesta esta enfermedad en el paciente y cuán invalidante puede ser?

La anomia es el principal signo de la Afasia. Esta dificultad para nominar o dar nombre a las cosas es bastante invalidante porque limita la capacidad de comunicar y de participar de los distintos entornos de la persona, como el ambiente laboral o aquellos son bastante familiares como una conversación típica entre dos personas.

¿Cuál es su tratamiento?

El tratamiento es bastante variable y se concentra primordialmente en lo lingüístico y fonoaudiológico. Es este profesional el que se encarga del proceso de rehabilitación de las personas con afasia, enfocándose principalmente en el lenguaje y en aquella dificultad o disfuncionalidad.  El tratamiento también se debe compatibilizar con la labor de otros profesionales en el aspecto médico, emocional o psicológico y la familia.

El fonoaudiólogo concluye que los progresos que se pueden lograr “son bastante variables y dependen de varios factores. Desde el punto de vista personal está la edad, nivel de escolaridad, en qué trabaja la persona y si es que ocupa mucho el lenguaje para su trabajo. Además, hay factores externos como la familia, la motivación y la capacidad de acceder al tratamiento”.