Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Chile, especialmente la cardiopatía isquémica y la insuficiencia cardiaca que provocan los infartos agudos al miocardio o ataques al corazón, como se conoce comúnmente. Así lo advierte el Dr. Rubén Lamich, jefe de Cardiología de Clínica Santa María, quien hace un llamado a la prevención y a conocer el impacto que tienen estas patologías en la morbilidad y mortalidad de la población.
“Estas últimas décadas se ha impuesto un estilo de vida poco saludable. La última Encuesta del Ministerio de Salud arrojó que la tasa de sedentarismo llegó a casi el 90%. También hay altas tasas de obesidad, diabetes e hipercolesterolemia. No hacemos un control adecuado de estos factores de riesgo, por tanto, la posibilidad de tener una enfermedad coronaria es alta”, comenta el especialista.
La Dra. Aliosha Sáez, jefa del Servicio de Urgencia de Clínica Biobío, explica que debido a esto es fundamental reconocer las señales de alarma que pudiesen estar en el contexto de un infarto al miocardio.
Dolor punzante en el pecho
“La principal es dolor que se produce al centro del pecho, como si un elefante se sentara encima, de tipo opresivo y que puede irradiar a los brazos, cuello, mandíbula y espalda”, comenta.
Los síntomas pueden variar entre hombres y mujeres
Según la Fundación Española del Corazón, los síntomas habituales en las mujeres -no es necesario que ocurran todos a la vez para llamar a emergencias-, son presión en el pecho y falta de aire en reposo; dolor en el brazo, en la espalda, cuello, nuca, mandíbula o estómago; sudor, frío, mareo, vómitos.
“En los hombres el cuadro clínico que se describe es un poco más clásico, con dolor de pecho opresivo e irradiación hacia brazos, cuello, mandíbula y espalda. Sin embargo, tanto las mujeres como también los adultos mayores o personas diabéticas, pueden ser mucho más oligosintomáticas (presentan menos síntomas). Por ejemplo, pueden tener simplemente un dolor abdominal en la boca del estómago, mareos y náuseas o dificultad respiratoria, siendo un poco más difícil de diagnosticar. Por lo tanto, nuestro índice de sospechas tiene que ser más alto frente a ellas y ampliar el espectro de síntomas a otros más atípicos”, asegura la urgencióloga de Clínica Biobío.
Se puede confundir con una crisis de pánico
El Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help, afirma que los ataques de ansiedad con los del corazón pueden compartir algunos indicios. Sin embargo, explica que el dolor al pecho suele ser más característico de un infarto.
“En la crisis de pánico sentimos un dolor de menor intensidad, que a veces se confunde con ahogo. En el caso del infarto es un dolor agudo y permanente, siendo también importante la profundidad, intensidad y la duración de este malestar. En general, las crisis de pánico suelen durar entre 10 a 15 minutos prolongados y pueden cesar al consumir un ansiolítico o incluso por sí sola. En cambio, el ataque al corazón solo termina con el tratamiento adecuado”, comenta la Dra. Eugenia Escorza, psiquiatra de Clínica Dávila y Dávila Vespucio.
Asimismo, el doctor Labarca invita a que, si existen dudas, siempre se busque atención médica de urgencia.
¿Qué hacer frente a un infarto?
El profesional de Help agrega que, si sospechas que alguien cercano está teniendo un infarto cardíaco, es importante actuar rápidamente siguiendo estos pasos:
- Llama al número de emergencias de la compañía de rescate con la que tengas convenio o al SAMU (131) para obtener ayuda médica profesional de inmediato.
- Mientras esperas a que llegue ayuda, haz que la persona se siente o se recueste en una posición cómoda y tranquila.
- Si está consciente y puede tragar, puedes darle un ácido acetilsalicílico para adultos, que la mastique y trague para ayudar a reducir el daño al corazón. Asegúrate de que no sea alérgica a este medicamente y consulta con un profesional de la salud si tienes dudas.
- Mantén a la persona calmada y tranquila. Evita el estrés adicional.
