Los brasinoesteroides regulan el crecimiento de las plantas, pero se encuentran en pequeñas dosis de forma natural. Los cambios en su concentración provocan una amplia gama de efectos, entre ellos cómo las plantas reaccionan y se adaptan a las condiciones del ambiente.  

Hasta el momento los esfuerzos que se han hecho en biotecnología para producir plantas más resistentes a la sequía, no han sido muy exitosos porque hay disminución en el crecimiento y productividad. 

Equipo de investigadores desarrollaron análogos con la misma estructura química básica de los brasinoesteroides, pero con una serie de cambios que facilitan el proceso de síntesis manteniendo la actividad biológica que permite mejorar la capacidad de reacción de las plantas a la sequía sin afectar su desarrollo.  

«Los resultados muestran que los nuevos compuestos favorecen la recuperación» señala el Dr. Andrés Olea del Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas de la Universidad Autónoma de Chile y uno de los autores del estudio.   

El uso de bio-estimulantes se presenta como una herramienta para combatir la escasez de agua y hacer frente a las necesidades de la agricultura del futuro. «En Chile sería muy importante poder contar con compuestos que favorezcan el crecimiento de plantas en zonas semiáridas» señala el Dr. Andrés Olea. 

En el trabajo, que se publica en International Journal of Molecular Sciences, se trabaja con Arabidopsis thaliana,una pequeña hierba utilizada como planta modelo, pero los resultados proyectan este enfoque como una potencial solución para especies de interés agronómico.  

Existen cada vez más evidencias de que la frecuencia y la intensidad de la sequía están aumentando como consecuencia del calentamiento global. Además, con el aumento continuo de la población mundial, llegando a 10.000 millones de personas en 2050, se prevé que la producción deberá duplicarse para satisfacer las necesidades básicas de la ciudadanía.  

Los expertos señalan que para garantizar la disponibilidad de alimentos, será necesario utilizar variedades vegetales que sean productivas en condiciones de sequía o bien incluir nuevos bioestimulantes en el manejo agrícola de las variedades existentes. 

Estudio: https://doi.org/10.3390/ijms22031158