• 19 de Abril

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Tras un recorrido por diferentes supermercados del país, Santiago, Valparaíso, Concepción, Temuco y Punta Arenas, la ONG ambientalista realizó el ejercicio de comprar la canasta básica de los chilenos para analizar la cantidad de plástico que hay en ella y así comprobar no solo el peso del plástico que envuelve los productos (1 kilo), sino los miles de años en que demoran en degradarse.

“Las empresas deben entregar opciones ambientalmente amigables a los compradores. No es posible que casi todo lo que compramos esté envuelto en plástico. Por otra parte, los supermercados debieran entregar al menos un espacio en sus góndolas con productos libres de plástico. Sería un paso mínimo, pero a la vez un avance enorme. Lamentablemente no vemos que existan propuestas innovadoras por parte de las grandes cadenas en este sentido", dijeron en la organización.

“Estamos impactados con lo que nos hemos encontrado en la canasta básica de los chilenos. En esta compra mínima de toda familia chilena casi todos los productos vienen envueltos en plástico innecesario. De hecho, si sumamos los años de todos estos envoltorios plásticos se requieren poco más de 14.000 años para degradarse. Es un sinsentido que hayamos eliminado las bolsas plásticas, pero que nos estemos llevando enormes cantidades de otro tipo de plástico que termina en la basura apenas llegamos con las compras a nuestras casas. Necesitamos que los supermercados den una alternativa al envasado plástico", señaló Soledad Acuña, coordinadora del Movimiento Chile sin Plásticos.

Como referencia, hace 14.000 años (lo que demora en degradarse el plástico de la canasta básica) aun existía un paso terrestre entre América y Asia y el Milodón vivía en la Patagonia.

Entre los productos de la canasta que más demoran en degradarse, están cuatro paquetes de galletas (1.200 años), el queso empaquetado (1.000 años), el jabón líquido en botella (1.000 años) o un sobre de Milo (1.000 años). De hecho, si bien el tarro de café es de aluminio y fácil de reciclar, la tapa de plástico puede demorar 1.000 años en degradarse.