• 19 de Abril

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Emblemático Barco de Greenpeace llegó a Chile a Proteger La Antártica

El barco de Greenpeace llegó a Punta Arenas para comenzar la expedición hacia la Antártica donde activistas van a sumergirse en las aguas del océano antártico para documentar la vida en ese lugar. 


El Arctic Sunrise, uno de los emblemáticos barcos de Greenpeace llegó a Chile. Esta vez, para realizar una expedición de tres meses a la Antártica para proteger el Océano Antártico Central contra la amenaza de la explotación pesquera, la contaminación y el cambio climático.

"El barco de Greenpeace arribó a aguas nacionales, porque tenemos la oportunidad de hacer historia. Esta expedición permitirá que, por primera vez, el ser humano se sumerja en el fondo del mar de Weddell para pedir al mundo un santuario antártico. Científicos se están preparando para ir con un submarino de Greenpeace a la zona en la cual se propone crear un santuario marino que sería un refugio seguro para los pingüinos, las ballenas y las focas donde no puedan entrar los barcos pesqueros industriales que quieren sacar el krill, un pequeño crustáceo que habita en las frías aguas antárticas y que es la base de alimentación de los mamíferos marinos que habitan en el océano de la Antártica. Una ballena azul come hasta 3.500 kilos de krill al día", explicó, Mauricio Ceballos, vocero de Greenpeace en Chile. 

La Comisión del Océano Antártico se reunirá en octubre de este año para discutir la creación de la mayor área protegida en la Tierra: un Santuario del Océano Antártico. Con 1,8 millones de kilómetros cuadrados, equivalente a 2,5 veces Chile. 

“Vamos a hacer todo lo posible para asegurarnos que los gobiernos no pasen por alto esta oportunidad histórica de proteger esta zona tal”, finalizó Mauricio Ceballos, vocero de la campaña de océanos en Greenpeace Chile.

 

SOBRE EL ARCTIC SUNRISE

Fue construido en 1975 y su nombre original era Oso Polar. Antes de pasar a manos de la organización, fue utilizado en la caza de focas y Greenpeace realizó una acción contra él en la Antártida cuando trasladaba, a pedido del gobierno francés, el equipamiento para construir una pista de aterrizaje a través de una zona poblada de pingüinos.

En 1995, la organización ambientalista adquirió el barco y lo bautizó como Arctic Sunrise. En junio de 1996, el Arctic comenzó a trabajar en la campaña para evitar que Shell hundiera la plataforma petrolera Brent Spar en aguas del Mar del Norte. A fines de ese mismo año, el barco fue preparado para navegar los hielos antárticos. 

En 1997 fue el primer buque en circunnavegar la isla James Ross en la Antártida; algo que había sido imposible hasta ese momento porque un puente de hielo de 200 metros de espesor lo impedía. Al colapsar, no solo permitió que el barco rodeara la isla sino que, además, pudo documentar uno de los signos de cambio climático que afectan a la región.

El barco volvió varias veces al Ártico para evitar que la British Petroleum, una de las compañías petroleras más grandes del mundo, abriera una nueva plataforma de extracción de petróleo en medio del mar, que pondría en serio riesgo el ecosistema marino.

En el Mar Antártico fue el barco que se opuso a los intentos japoneses de cazar ballenas para sostener su programa científico. En 2006, sufrió el choque por parte del buque ballenero japonés Nisshin Maru cuando se interponía entre los arponeros y las ballenas.

Durante 2009, el Arctic estuvo recorriendo las aguas de Groenlandia y del Ártico documentando los efectos del cambio climático en la zona.

Durante la última parte del 2010 estuvo trabajando en el Golfo de México a raíz del derrame de petróleo pero a finales de enero realizó el “Free Coal Future” tour partiendo de Wilmington, Carolina del Norte (Estados Unidos) y parando en Filadelfia, Nueva York y Boston durante el mes de febrero. La gira reunió a las diversas comunidades para compartir estrategias, información y soluciones y para dinamizar las campañas y grupos de apoyo locales contra las plantas de carbón.